Y me destruyó de la manera más maravillosa y aterradora de todas, porque beso mi alma, llevándose las alegrías, las motivaciones y esperanzas. Porque desnudo mí interior, convirtiéndose en una necesidad...tan fácil me arrancó el corazón. Destruyó mí...
Con mis noches voy a emborracharme de poesía porque resulta ser el lugar al que llegan quienes consiguen sacarse un arañazo del corazón. [1]
Choqué con el metal de la puerta trasera del restaurante,de Eddy.Cerré el poemario que sostenía entre mis dedos,me quité los audífonos al abrir la puerta,me saqué el gorro rojo que traía puesto y también mi abrigo.Busqué entre mis bolsillos la llave de mi locker y abrí la puertecilla,dejando mis cosas adentro.Para después sacar mi uniforme y vestirme.Al terminar salí y pase por la cocina saludando a Eddy y Mirna—su esposa—.Andaban de un lado a otro preparando comida.
En una de mis mesas estaba... ¿Era el chico de la otra vez? Sí,era él...su nombre...¡Richard! Con el que discutió Blake en aquel bar-restaurante.
Me acerqué y me puse frente a él.
—¿Ya sabes lo que vas a ordenar?—pregunté amablemente,aunque el tipo no me daba buena espina,no tenía que ser grosera.
Sus ojos me miraron—Hola preciosa
Ignoré su comentario—¿Qué te traigo?
—¿Estás tú en el menú linda?—quise rodar los ojos,ante su patético y penoso comentario.
—¿Un refresco,talvez?
Soltó una risilla—No te gustan los chistes ¿Cierto?
—¿Una hamburguesa?—seguí cambiando el tema
—¿Eres novia de Titán?—preguntó
Inhale y exhale—¿Vas a comer algo?
—¿Puedo tomar eso cómo un Sí?
—Puedes tomar eso como un:Pide algo o,te vas—dije exasperada.
—No estás de muy bien humor ¿Ya terminó de usarte Blake?—Las manos me picaban con las ganas de aventarle la libreta y sacarlo a empujones.Ví a Marcus poniendo servilleteros en las mesas.
—¡Marcus!—le llamé y él me miró—¿Puedes atender...?
—Tráeme unos aros de cebolla y una cerveza—ordenó por fin.
—¿Oscura o clara?
—Oscura
—¿Con todo los aros de cebolla?
—Por favor
Me dí la vuelta y le lleve la orden a Mirna.Unos minutos después me entrego la comida,me acerqué y le dejé sus alimentos en la mesa.Cuando por fin estaba terminando,me acerqué y le dejé la cuenta en la mesa
Saco su billetera de su bolsillo—Entonces...¿Eres novia de Blake?
—Son tres dólares—lo evadía
Puso los billetes en la mesa
—Sólo necesito un sí o,un no
—No—dije finalmente
—Tendré que buscar algo más para Philippe—comento y se levantó de la silla—Adiós preciosa—se dió la vuelta una vez más—Espero que no hayas mentido,porque voy a enterarme si fue así.
Salió del restaurante haciendo sonar la campanilla de la entrada
¿Quién es Philippe? Jum,como si me importará.Me dí la vuelta y seguí trabajando,no tenía nada de que preocuparme.Blake y yo nunca seríamos nada.
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Marcus y yo salimos entre empujones y risas del restaurante.Me abrió la puerta de su cacharro y me subí gustosa,él se encaminó al otro lado,pero no sé subió.
—¿Pasa algo?—pregunté,cuando note como se agachaba.Salí del auto y lo ví en cuclillas frente a la llanta.
—Esta ponchada—dijo—Voy con Eddy.No tengo el gato hidráulico,para cambiarla—Se levantó—Veré si tiene uno que me preste,ahora vengo.
Asentí sonriendo mientras me abrazaba a mí misma por el frío que hacía.Marcus entró nuevamente al restaurante y yo miré la llanta,me agaché un poco y me dí cuenta de que parecía como si...
El rugir de una motocicleta me hizo dar un respingo en mi lugar,levanté la mirada,viendo como la salvaje imagen de Blake y su imponente motocicleta estaban frente a mí.Me levanté de manera abrupta.
—¿Problemas?—se interesó al ver la llanta
—Ya vienen con la ayuda—dije serena—Todo bien,puedes seguir tu camino
Él alzó la comisura de sus labios
Qué linda sonrisa tenía...
Me dí un golpe mental,pensar en sus atributos no ayudaba en querer sacarlo de mi mente.
—Vine por tí—entonces recordé sus palabras de ayer—Te llevo a tu casa,sube
¿Yo era la que jugaba?
—Blake...¿Qué tratas de hacer? Dijiste que tú pasabas de mí y,ahora ¿Vienes por mí al trabajo?
—No te confundas...
—Entonces no hagas cosas que me confundan.
—Estoy siendo amable..
—Nadie te lo pidió—seguí interrumpiendólo.
—Vamos Scarlett,sólo...déjame arreglarlo.
Lo sabía,él solamente quería lavar su culpa con palabras para hacerme sentir mejor.Cuando no sería así, solamente me haría sentir más tonta que antes.
—Blake,no tienes nada que arreglar,si te sientes culpable,no tienes por que.
—Dejame llevarte a casa—insistió
Mire en dirección al restaurante.Marcus ya había tardado.
No tenía nada de malo ¿O sí? Simplemente,me llevaría a casa,no hablaríamos si yo no quería,pero a mí.En serio me daba miedo ir en moto.Me daba pavor,pensar en que podría volcarse,patinarse o desequilibrarse...
—Vamos Cher...—se mojó los labios con la lengua y me ofreció una mano
Antes de aceptar su mano,envié un mensaje breve y conciso a Marcus,que decía,que tenía que irme y lo sentía.Sujeté la mano de Blake y él tiró de mí,sentí una corriente cálida recorrerme todo el cuerpo.
Tome su hombro y trate de subirme,pero era inútil,no podía,me sentía patética ¿En serio no podía montar una moto? No había mucha ciencia y aún así parecía la tarea más complicada que pudieran ponerme.
Blake río por lo bajo,al ver mi pobre intento de subir,él se bajo.Me tomó de la cintura y me ayudó a subir.
—Gracias—susurré apenada
Él sin responder,volvió a subirse.Aquí es donde se ponía difícil la cosa,no quería tocar a Blake,no quería sentir su cuerpo aún más cerca del mío,no quería aferrarme a él.
—Agárrate fuerte—hice caso y me sostuve fuerte,pero él no arrancó—Cher,abrázame o caerás
No,no iba hacer algo como eso,mí corazón no soportaría tenerlo tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.
—Para eso están estas cosas de aquí—le informe señalando la estructura de metal que se supone para eso fue diseñada,lo sabía.Leighton me lo había contado aquella vez que le dió una enorme lista a mi madre para que accediera a comprarle una motocicleta.
Spoiler: Mamá no le compró nada.
Blake negó con la cabeza sin borrar aquella estúpida y delirante sonrisa que me cortaba la respiración.
—Scarlett...eres mi enigma personal
෴
[1]: El pequeño fragmento del principio,pertenece a un poema llamado: "Conmigo" del poemario "Aquí dentro siempre llueve" de Chris Pueyo el también autor de "El chico de las estrellas" cien por ciento recomendado.
