—Bésame—pidió y se acercó a mis labios, yo me hice a un lado.
—Estas borracha—le hice notar lo obvio.
Sonrió—No, no es cierto—su mano escaló hasta mi cuello y acarició mi nuca.
—Quiero hablar—le dije mientras sostenía su mano para poner distancia entre nuestros cuerpos.
Bufó—¿Tú?—soltó una carcajada—. Yo no quiero hablar, solo quiero que me cojas.
Tragué grueso, después de haber sentido cómo mi miembro palpitaba debido a la propuesta de Scarlett, se veía tan caliente con ese cabello suelto y la piel que brillaba tan solo un poco, debido a su propio sudor, sus labios carnosos y pintados de color rojo me gritaban que querian ser besados, mordidos y lamidos, dios podría follarla toda la noche, podría ponerla...en tantas posiciones que las horas que me ofrecía la luna no me alcanzarian.
—Vamos Blake—me sujetó de la chaqueta—Follame, sé que quieres hacerlo
¡Por supuesto que quería hacerlo! Sin embargo no era lo correcto.
Sus delgadas y delicadas manos jalaron el material de cuero y me atrajó con fuerza a su cuerpo, su mano volvió a sujetar mi nuca y tiró de mi hacía bajo, sus labios se prendieron a los míos y al oponer resistencia y tratar de hacerla a un lado, me mordió el labio, el ardor de su mordida me hizo abrir los labios. Ese fue el momento que la pelirroja aprovecho para ejercer un movimiento posesivo sobre mi boca.
Sus manos comenzaron a tocar mi cuerpo y una de ellas llegó a mi miembro que ya había despertado hace un rato, ella está hambrienta y yo deseaba sacearla.
—No...—tomé todo mi autocontrol y la alejé—. Hablemos Cher.
Ella puso sus bellos ojos en blanco.
—No—se dió la vuelta y caminó hasta llegar a mi cama.
—¿Qué te pasa?—le pregunté exasperado—. Siempre quieres hablar y ahora que yo deseo hacerlo, solo quieres que te meta la polla.
Me ignoró.
Así que volví hablar;—Quiero dejarte claras un par de cosas...—una corriente de electricidad me sacudió el cuerpo cuando Scarlett bajo el cierre del vestido que se encontraba en la espalda.
La prenda satinada se deslizó con suavidad por su cuerpo.
Pasé saliva pesadamente, ahora estaba duro, tan duro que me dolía. Mi pene deseaba ser liberado de los vaqueros y bóxers que le impedían regocíjarse de felicidad al ver cómo Cher estaba tan dispuesta a ser mía.
Me contuve apretando los labios al pensar en que ahora mismo podría estamparla contra la pared y abrir ese precioso culo que era cubierto por una delgadas bragas de encaje color lila, la sujetaría del cabello y...
Sacudí la cabeza y respire agitadamente dándome la vuelta.
Pero ni todo el oxígeno del mundo podría detener la cabalgata veloz de mi corazón.
Con su pie derecho hizo a un lado el vestido verde, se dió la vuelta y... Sus ojos parecían incendiarse debido a la lujuria que desprendían.
La sonrisa lasciva que me dió antes de que con una de sus manos deshiciera el broche del sostén que era casi transparente.
Los pechos fueron liberados y dieron un ligero brinco cuando la prenda fue desprendida. Los pezones estaban erectos y las aureolas rosadas se veían completamente eróticos.
Sus dedos juguetearon con el elástico de las pequeñas bragas y antes de que también desaparecieran de su anatomía, me acerqué y la aventé a la cama.
Ella sonrió victoriosa y se abrió de piernas aún con los tacones puestos.
Mierda los tacones...su desnudez era una obra magistral que sin duda yo quería corromper, la imagen era tan fogosa y excitante, provocaba que quisiera amarrarla a la puta cama y hacerle todo lo que ella nunca a imaginado.
Con ambas manos de su lado sujeté con fuerza el edredón gris que cubría el colchón y la envolví en el.
—¡¿Qué demonios Blake?!—se enojó.
Tape todo su cuerpo y le di vueltas en la cama hasta asegurarme que la lentitud de su borrachera le impidiera moverse.
—Quiero hablar maldita calenturienta—le sujeté la cara para que me mirara.
—¡Yo no!—bramó.
—Scarlett lo que quiero decir...
—¡No oigo, no oigo, no oigo!—le callé la boca con la palma de mi mano, que desprendían sus gritos infantiles.
—¿Qué carajos te pasa loca?
—¡No me digas loca imbécil!
—Cher...—empece con cautela.
—Okay, si no vamos a follar, me largó—trató de reincorporarse, pero el intento fue inútil.
—Estoy listo para hablar y tú solo me evades ¿Qué pasa?
Giró su rostro evadiendo mis ojos, su nariz respingada relució desde esté ángulo, su mandíbula se apretó y achicó los ojos...ella iba a llorar.
—Cuando hablamos peleamos—habló en un susurro—. Y cuando peleamos te vas—respiró—Si te vas, me lastimas—se le agrietó la voz—. Ya no quiero que me lastimes.
El corazón se me encogió y la garganta me ardió cuando una solitaria lágrima cayó por la mejilla de Scarlett.
—Perdóname Cher—pedí sinceramente y la pelirroja giró el cuello rápido para poder mirarme—Lamento haberte lastimado, lamento no haber valorado todo lo que representas. Quiero cambiar, juro que lo haré,...me alejaré de Phillippe en cuanto pueda, cuando Leighton mejore tú y yo nos largamos de aquí, solo si tú quieres, y te daré todo lo que soy, me encargaré de que tu felicidad sea completa a mi lado.
—¿Por qué?—preguntó con los ojos acuosos. Sabía lo que ella quería escuchar, pero aún no estaba listo para decirlo, aunque aquella confesión constituída por apenas cinco letras estaba casi tatuada en mis pupilas cada que ella me miraba, cada que ella aparecía frente a mí, cada que el corazón de Scarlett palpitaba cerca de mi pecho. Cada que pensaba en ella.
—Porqué es un poco de lo que mereces. Y también es un poco de todo lo que quiero darte.
Mi respuesta atrajó el atisbo de una decepción, pero también el brillo de la ilusión.
Ella sonrió y me besó, ya no con hambre, ahora solo con lentitud y cariño.
No voy a soltarla y, si ella en algún momento trata de soltarme a mi, voy por ella y la traigo de vuelta, porque a mí nadie me va a quitar a Scarlett. Porque aunque no me la merezco la quiero para mí y nadie más.
෴
N/A: Por ahí dicen que; mejor tarde, que nunca, así que aquí esta el capítulo, les quiero chiques gracias por leer, comentar y votar.
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Lo Que Somos
Teen FictionY me destruyó de la manera más maravillosa y aterradora de todas, porque beso mi alma, llevándose las alegrías, las motivaciones y esperanzas. Porque desnudo mí interior, convirtiéndose en una necesidad...tan fácil me arrancó el corazón. Destruyó mí...