Capitulo 63 "Feliz cumpleaños Blake" parte uno

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Scarlett

Habían pasado dos meses desde mi incidente en el baño. Leves borrones de lo que sucedió brillan en mi mente, pero los echo a un lado.

Todo parecía tan bueno ahora, a excepción de los miomas que tratan de matarme de dolor. Afortunadamente el medicamento ayuda, hace una semana tuve la última seción de recolección de óvulos.

La aguja en mi dedo resbala y por instinto trato de detenerla, pero la punzada del metal entrando en la piel de mi dedo me hace brincar de dolor.

El hilo plateado, brillante y prolijo, me saluda. Casi siento que me da una palmadita en la espalda y dice: 'Buen trabajo'.

El cumpleaños de Blake está cerca y cuando digo cerca; me refiero a mañana.

He estado deseando arrancarme el cabello de tanto estrés acumulado que llevo desde hace un mes que empecé a planificar todo.

Blake dijo que no quería una fiesta muy grande, pero yo sé que miente, o sea, es Blake Jones, está deseando ser el centro de atención. Y yo voy hacer que ese día, sea su día solamente y de nadie más.

Y es que Blake ha sido todo amor desde hace dos meses, sigue yendo a terapia y aunque no ha cambiado radicalmente se notan los pequeños cambios en su humor. El como se detiene antes de hablar, como respira y se aleja para tranquilizarse, cada que algo empieza a romper sus nervios y picar su paciencia. Vamos a pasos de tortuga.

No me ha dejado sola, aunque no he hablado de lo que siento al saber que se acerca mi operación, sé que él está dispuesto a escucharme.

Alinor está radiante, en dos días entrará a quirófano. Después de que fue elegida como candidata a la operación pro-bono hubo un montón de estudios, planes de operación y muchas cosas más, ya por fin todos están listos.

—¿Cuánto costó eso?—la voz inquisitiva de mi hermano llena mis oídos y me giro para verlo de pie, en el umbral de la sala observándome con ojos juzgadores.

—No mucho—miento para restarle importancia. Si le digo el precio, se infarta.

—Tanto trabajo para ese imbe...—

—Cuida tu boca Leigthon—le hago la primera advertencia.

Él pone los ojos en blanco—. Es la verdad, no te ha dado más que problemas.

Suspiro cansada—. Basta—me irrito—. No sabes de lo que hablas.

—Él no me agrada.

—Pues no me importa, es mi novio, no el tuyo. Debe agradarme a mí, no a ti.

Últimamente Leigthon está peor que nunca, se la pasa insultando a Blake cada que tiene oportunidad y ya estoy cansada, no hago nada más que ponerle altos, pero los esquiva, haciendo que mis nervios se destrozen.

—Debo irme—dejo lo que estoy haciendo y me levanto del sofá.

El aviso hace que mi hermano arruge la nariz.

—¿Otra vez?—pregunta evidentemente molesto.

—Leigthon, necesito arreglar unas cosas para la fiesta de Blake.

—Claro. Blake, Blake, Blake—bufa—, no sé tú Scarlett, pero a mí me daría mucha vergüenza que mi vida girará en torno a mi pareja.

—¿Qué demonios te pasa?—pregunto obviamente molesta.

—Pasa; que ese imbécil absorbe todo tu tiempo.

Es mentira. Blake  y yo sí pasamos mucho tiempo juntos, pero tampoco somos siameses.

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