Capítulo 56 "Celos"

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Scarlett

La noche se asemejaba a mi vida. Estaba oscuro y no me aterraba la oscuridad, me aterraba lo que aquella penumbra escondía, pero estaba segura de algo: Iba amanecer, en algún momento llegaría el día, resplandeciente y tranquilizador, ahora tenía que guiarme a ciegas, pero pronto podría ver todo el mundo en los tonos más cálidos y hermosos de siempre.

—Ya estoy aquí—ví a mi madre en la puerta con una caja blanca grande en las manos—, he pagado la deuda—sonrió.

—Esta bien—sequé mi cabello y, después guardé mi uniforme del trabajo en mi mochila.

—Gracias—me dijo y puso la caja en mi cama—, tenía tanto miedo...

La abracé—Esta bien, la operación de Leigthon está muy cerca, después de qué él esté bien. Ya no habrán más problemas.

—Uhum—murmuró y me abrazó como una niña asustada.

—Ya me voy.

—Espera—me detuvo y fue por la caja—, esto estaba afuera. Es para tí.

Tomé la caja y la destapé, había una especie de papel blanco, delgado, cubriendo lo que sea que hubiese dentro. Encima había una nota.

Póntelo para hoy en la noche. No llegues tarde pequeña.

—P.J

Sabía que lo había enviado Phillippe, el estómago se me revolvió.

Levanté el papel y ví un vestido. Era rojo y de tirantes delgados, casí inexistentes, la tela era suave y resbaladiza, era satín.

—¿Qué es?—preguntó mamá.

—Un regalo de Elizabeth—le mentí.

—Pero aún no es tu cumpleaños.

—Sí bueno, es un vestido que ella ya no usaba, me gustó y ahora es mío.

—Que bien—sonrió abiertamente—, póntelo.

—Luego—la evadí—, ya tengo que irme.

—Bien, ve con cuidado—me dijo—, yo preparo la cena hoy.

—No llegaré a cenar—le informé con pesar y la sonrisa de mi madre se desbarató.

—Pero...—

—Adiós—salí de la habitación sin darle tiempo de hablar.

***

El día estaba pasando muy rápido y eso me llenaba de terror. No quería que anocheciera, no quería lo que la noche atraería.

Beth: No tengo el dinero, lo lamento.

Suspiré decepcionada al recibir el texto de mi mejor amiga.

Yo: Está bien, no te preocupes. La deuda está saldada.

El restaurante estaba vacío, creo que la ventas no iban bien.

Beth: ¿Qué hiciste?

Pasé saliva ideando otra mentira.

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