Capitulo 20: Padres

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"¿Ya tienes todo listo?, ¿Estas seguro de que no se te olvida nada más?" preguntó el adolescente, de tez bronceada, orbes tan cálidos como el mismo sol y dueño de una sonrisa tan brillante que iluminaba tu corazón, consideradamente y con una preocupación evidente en su amable voz, no queriendo que a su novio se le olvidara algo importante que empacar para su viaje dos semanas antes de que se acabasen las vacaciones y ambos tuvieran que volver a la escuela.

Sinceramente, habían sido unas muy agradables y felices semanas para ambos, se relajaron, olvidando sus pendientes, dejando de lado la escuela y los deberes mientras demostraban su amor y afecto.

"Si, mi amor...creo que si" respondió cariñosamente, revisando su mochila, el propietario de unos estrellados y profundos ojos azules, tan profundos e intensos que parecían ahogarte entre las tranquilas olas de la calma que eran las ventanas de su alma cada vez que lo mirabas.

"¿Seguro?, recuerda que la ultima vez casi olvidas empacar el cargador de tu lap" le recordó el adolescente soltando una pequeña y divertida risita.

Cierto...

Abrió de nuevo el cierre de su mochila violeta, el cual justo había cerrado hacia unos minutos por haber guardado su cepillo de dientes y sus sandalias, y revisó mientras su pareja se reía de él que su cargador estuviera allí.

"Si, aquí esta" confirmó, sonriendo suavemente, con alivio antes de escuchar como el que seria de nuevo su estudiante en unos días se acercaba con pasos ligeros hacia él.

Levantó la mirada justo a tiempo para ver como el Kamado le tendía el cargador de su celular con una mirada que prácticamente decía —Te lo dije—.

Rápidamente lo tomó y lo puso junto con sus demás cosas en la mochila, deleitándose y avergonzándose al mismo tiempo por la risa que soltaba el pelirrojo al verlo así.

"Vas a estar dos semanas con tus padres, no quiero que se te olvide algo y te estreses después por ello" comentó, recordando cuan enojado y frustrado se había sentido el azabache al recibir unos días antes el comunicado por parte de uno de los docentes de la escuela que tendría que cambiar las horas de clases que daría y que tenia disponibles, alterando así el horario.

El horario que Tomioka había recién terminado pues también tuvo que ponerse de acuerdo con la encargada en área académica, la señorita Ubayashiki Amane, quien hacia los horarios de las clases.

Giyuu en serio odiaba que le hicieran eso los entrenadores, y apenas había dado clases durante un año.

Al menos ya había arreglado eso y ahora todo estaba en orden, lo único que le faltaba por hacer, lo cual terminaría en la casa de sus padres, era confirmar que todo estuviera en orden, asegurarse con los maestros una vez más de que no cambiarían sus planes, y enviar el horario a dirección para que esta la mandase a los maestros.

Cerró el cierre sintiendo una cálida sensación en su pecho al mirar a su novio que lo ayudaba, que lo calmaba, que lo hacia reír y lo consolaba cuando estaba triste o lo escuchaba cuando estaba enojado y necesitaba desahogarse. Entonces se sintió el ser más afortunado del planeta Tierra.

"Gracias" agradeció, tanto por haberlo ayudado a empacar como por haber decidido estar a su lado desde hacia casi un año...un más que perfecto año "No se que es lo que haría sin ti, Tanjirou"

"Olvidarías el pay de manzana y el pastel de vainilla que les preparé a tu padre y a Urokodaki-san por sus cumpleaños y luego te culparías por ello, mi luna" exclamó y Tomioka rió suavemente, casi como un ligero murmullo creado por el viento, en medio de la brisa oceánica sobre la marea, como el sonido de un tranquilo y cristalino arrollo al pasar entre las pequeñas rocas, rocas incapaces de detener o parar su andar y continua corriente.

"CONTRA LAS REGLAS" (GIYUUTAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora