Okey, Tanjirou ahora si estaba sumamente nervioso y también algo asustado mientras caminaba de un lado al otro en la cocina.
Era el momento, estaba a minutos de decirle a todos sobre su noviazgo y ahora se estaba preparando en lo que sus hermanos terminaban de poner la mesa. Se había dicho a si mismo que no estaría nervioso y que se mantendría tranquilo, que planear lo que diría ahora no le serviría de nada...pero obviamente estaba fallando épicamente en eso.
Además, ¿Por que se encontraba caminando de un lado al otro cuando desde las 4 de la mañana había estado de pie?, se suponía que le dolían las piernas por el cansancio pero aquí estaba, no logrando controlarse y con su mente diciéndole las mil y un cosas que podrían salir terriblemente mal.
Esas voces le estaban diciendo que esto era diferente de contárselo a su querida hermana, con ella había sido mucho más fácil, no había sentido esta presión en su pecho casi impidiéndole respirar, con Nezuko tenia una fuerte relación hermano-hermana, confiaba en ella y sentía que realmente podía hablarle libremente sobre Giyuu sin que ella se mostrara incomoda. Y Con su madre...con su madre era un poco diferente, ese odioso lado de su mente le decía, sabia que ella nunca se decepcionaría de el, pero aun así no podía evitar escuchar la pequeña vocecilla que le decía lo contrario. Debía de ignorar esa voz, hacerla callar, cortar ese rango de pensamiento porque conocía a su familia y conocía a su madre.
De acuerdo, en definitiva tenia que calmarse y relajarse un poco, sacudirse los hombros y respirar, debía de ordenarle a su mente que dejara de lanzarle malos escenarios porque estaba más que seguro de que nadie de su familia era homofóbico. Así que eso hizo.
Tomó aire profundamente y sacudió sus hombros al detenerse en su lugar.
"¿Nervioso, hermano?" la voz de Nezuko, quien estaba asomándose por el marco de la puerta, llegó a sus oídos sacándolo de su estado ansioso.
El mencionado sonrió suavemente viendo como la chica entraba a la cocina y comenzaba a servir la comida en los platos de cada uno.
"Si, un poco" confesó el pelirrojo acercándose junto a la menor para ayudarle a servir las porciones, pues no quería simplemente quedarse en un solo punto con los nervios en su máximo esplendor, además, le servía a su estado de animo el ayudar en algo "Pero creo que todo saldrá bien"
"Yo también lo presiento" concordó la chica con una feliz sonrisa "Mamá solo esta preocupada por ti, no creo que reaccione mal cuando se lo digas" comentó y Tanjirou asintió con tranquilidad para continuar con su labor.
Se lamentaba tanto el haber angustiado a su madre por estar pensando en su propio miedo, no creyó que ella lo descubriría con lo cuidadoso que era, y menos pensó en lo que podría imaginarse al saber que le estaba ocultando algo.
"Yo...no quería preocuparlas a ninguna de las dos" murmuró sin levantar la mirada, pues escuchó que sus hermanos subían hablando por las escaleras que conducían a la panadería "Lo siento Nezuko"
Y ahí estaba de nuevo, pensó Nezuko, su hermano pidiendo disculpas a pesar de no ser necesario.
"Tienes que dejar de disculparte, no hiciste nada malo" contestó, regañando en su característico tono mientras fruncía el ceño con aparente molestia haciendo reír a su hermano mayor por la forma en la que movió sus hombros al hablar. Exagerado, con movimientos fluidos típicos de ella.
"¡A comer, niños!" ambos escucharon como Kamado Kie decías desde el comedor.
Muy pronto sus hermanos entraron a la cocina para recoger sus platos de comida y llevarlos a la mesa. Nezuko tomó el suyo y se llevó los vasos apilados entre si mientras que Tanjirou llevaba el plato de su madre y el suyo, él hizo un segundo viaje para traer la jarra que tenia la bebida. En cuestión de un par de minutos todos se encontraron sentados, con sus platos listos y sus vasos de agua de arándano que Nezuko y Shigeru habían preparado más temprano esa tarde, en la mesa de madera oscura, de forma cuadrangular en la que dos asientos cabían en cada lado con comodidad.
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"CONTRA LAS REGLAS" (GIYUUTAN)
Storie d'amoreUna relación de alumno-profesor nunca era aceptada, la diferencia de edad y la moralidad de las personas se aseguraba de ello, pero habían ciertos individuos que estaban dispuestos a ignorar estos estatus que la sociedad había creado, habían ciertos...