Before you Go [l.s]

IF I COULD FLY.

Harry despertó cuando aquella melodiosa voz que tanto amaba lo llamo.

—Hazz, cariño es hora de despertar— dijo Louis.

—Cinco minutos más— dijo removiéndose entre las sabanas.

—Hazz, tengo que irme ya a mi habitación, si no tus padres sospecharan— dijo Louis.

—Qué más da, igual la abuela hablará con ellos— dijo Harry abrazándose a Louis.

—¿Qué?

—Así es, me amenazó dijo que si no me alejaba de ti hablaría con ellos, pero no me importa lo que haga no me alejará de ti— dijo Harry.

—Oh— fue todo lo que dijo Louis.

Harry abrió sus ojitos y miro a Louis al ver que no respondía nada.

—¿No quieres que mis padres sepan? — preguntó Harry— ¿te avergüenzas?… ¿De m-mi?… — dijo ahora casi llorando.

—¿Qué?, no Harry, eso nunca lo que temo es que nos separen— dijo tomando la carita de Harry en sus manos para darle un pequeño besito. — Nunca me avergonzaría, te amo Hazz, saca esas locuras de tu cabeza.

—También te amo, Lou.

Harry sonrió y se acercó más a Louis, escondiendo su cabecita en el cuello del mayor.

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Harry estaba en la cocina con Hanna y Erik, platicando tranquilamente con la cocinera.

Ella era como una nana pues desde que Hanna había nacido ella estaba ahí, ella se encargó de cuidarlos cuando sus padres no podían y siempre fue como una amiga por lo que le tenían bastante aprecio.

Platicaban sobre banalidades cuando llegó la abuela.

—Harry, ven conmigo tenemos que hablar— dijo secamente para darse la vuelta y salir de ahí.

—¿La abuela esta enojada con Harry o me estoy volviendo loca? — dijo Hanna.

—Está enojada— dijo Harry.

—Dios, ¿Es este el fin del mundo?— dijo bromeando mientras veía como Harry rodaba los ojos— Bueno, mejor ve antes de que se enoje más, debiste hacer algo muy malo porque ella nunca se enojaría por qué si, digo si no te regaño cuando arruinaste su bolso de cincuenta mil dólares con café— dijo Hanna.

—Te quise mucho, Harry— dijo Erik burlándose.

Harry rió y se fue caminando por donde la abuela.

Llegó a la sala y ahí estaba.

—Cierra la puerta— dijo la mujer.

Harry obedeció y después de sentó a un lado de ella.

—Escucha bien Edward— comenzó la mujer— quiero ofrecerte algo, tú sabes bien la reacción que tendrían tus padres si se enteran de lo que vi— Harry asintió con la cabeza. — bueno, no hablaré con ellos, pero— se quedó observando a Harry sin acabar.

—¿Pero? — dijo Harry.

—¿Recuerdas a Melanie?, la hija de los señores Herrera.— dijo la mujer.

—Claro que la recuerdo— dijo Harry. Esa chica había pasado toda la vida enamorada de él, era una acosadora, era bonita físicamente, sí, pero por dentro estaba podrida.

—Bueno, llegué a un acuerdo con sus padres.

Harry abrió demasiado los ojos.

—No, tú no harías eso ¿verdad? — dijo Harry.