Before you Go [l.s]

NEVER IN A MILLION YEARS.

1 semana después.

Harry estaba parado frente a un gran espejo mientras un montón de señoras le acomodaban el traje.

Su madre, abuela y hermana estaban sentadas en unos pequeños sillones atrás de él, observando todos los movimientos de aquellas mujeres.

—¿No estás emocionado Harry? - habló Nadia— ¿Sabes? siempre tuve un pequeño presentimiento de que acabarías casado con Melanie, estoy tan feliz.

Harry solo observo a su madre por el gran espejo y no dijo nada.

Eso era lo que hacía Harry desde el día que prácticamente lo esposaron a Melanie.
Se guardaba todo, casi no hablaba se limitaba a solo asentir o negar con la cabeza.

Él realmente estaba cansado de aquella situación.
Desde el día que su abuela lo saco prácticamente a rastras del cuarto de Louis no había podido siquiera hablar con él.

Melanie se la pasaba pegada a él como un chicle y su abuela se encargaba de mantener a Louis ocupado todo el día para que así no pudieran ni verse.

Y ahora, ahora estaba a tan solo unas horas de condenarse para siempre.

—¡Listo! - exclamó una de las mujeres acabando de acomodarle la corbata.

—Te vez precioso cariño— dijo la abuela.

Harry solo le dedicó una mirada de odio, ella era la responsable de toda su desgracia.

A veces se preguntaba porque su abuela le hacía todo esto si se suponía era la única persona que lo "comprendía" y "quería".

—Será mejor que nos vayamos, tenemos que llegar a la hacienda pronto— dijo Anne saliendo del lugar junto a la abuela.

Hanna se acercó a Harry y suspiró pesadamente.

—Haré lo que pueda— dijo dándole una palmadita en la espalda.

Harry la miro sin entender a que se refería y soltó un ligero "¿Qué?"

—Intentaré que puedas ver a Louis.

Harry se quedó con la boca abierta al escuchar las palabras de su hermana, se suponía que nadie sabía a excepción, claro, de la abuela así que solo la miro sorprendido.

—¿Creíste que nunca me daría cuenta?— dijo Hanna sonriendo al ver la expresión de su hermano —Dios, si son más que obvios con las puras miradas que se dan.

Harry sonrió y se abrazó a su hermana.

—Gracias, Hanna.

—Me debes un favor, no creas que lo hago de gratis— dijo ella devolviéndole el abrazo y riendo.

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Todo se llevaría a cabo en la hacienda de la abuela.

Si, la misma dónde Louis y Harry casi llegaban a algo más, la misma dónde compartieron la misma cama, la misma dónde se podría decir que comenzó todo.

El jardín estaba lleno de mesas y montones de decoraciones.

Harry y su familia estaban llegando, justo a tiempo ya faltaban unos minutos para que todo empezará.

—Vamos Harry, camina que llegaremos tarde, parece que ni te importara— dijo Ernest jalando del brazo a su hijo.

"En realidad no me importa"
pensó Harry.

Caminaron hasta donde estaban un montón de sillas blancas todas acomodadas estratégicamente, hasta adelante dónde estarían los "enamorados" había un enorme arco con rosas blancas y una mesa en el centro con dos sillas enfrente de esta.