5. Amenaza.

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'Amenaza'

Estoy agotada tanto física como mentalmente solo quería llegar a casa, darme una ducha relajante y hecharme en mi camita.

Todavia no me hacía la idea de que Sean fuera mi vecino, pero tenía que acostumbrarme. Todavía no olvidó por todos lo que pasamos juntos. Ademas creo que el sería mi nuevo chófer ya que no pienso hablarle a Jair por ahora.

Me despedí y agradecí a Sean de que me trajera, entre a casa y está estaba desolada como siempre, subí a mi cuarto, me bañé, me puse ropa limpia y baje a preparar algo de almuerzo.

Ya habia anochecido y estaba viendo televisión, escuché la puerta abrirse y volver a cerrarse, papá apareció con una inmensa sonrisa. ¿Cómo puede llegar tan sonriente después de trabajar todo el día?

-hola, mi amor

-hola pa'

-¿Que comes?

-Si te digo te enojas -chisteé, estaba comiendo cosa comida chatarra algo que a él no le gusta que haga, porque según él daña mi figura. Me importa.

El río -Ven, vamos a preparar comida de verdad

Me pare del sofá. Ibamos entrando a la cocina hasta que un ruido arriba nos paró seco

Papa como el papá protector que es, me puso detrás de el -¿Estas sola, cierto?

Asentí, pero el no me podía ver -Si.

-¿Desde la tarde?

-Si.

Papá saco su arma y empezó a subir las escaleras conmigo detrás de el.

Estaba sola desde la tarde pero sentía la sensación de que no estaba segura, de que estaba en peligro, no le preste mucha atención a eso porque todas las puertas estaban trancadas y yo también tenía un arma que está debajo de la mesita de centro, y la sabía utilizar.

Ya arriba, otro ruido se escuchó, sentía la acción y el miedo recorrer todo mi cuerpo, el ruido provenía de mi cuarto.

Seguro fue el idiota de Sean que se metió, a quien sabe que.

Papá abrió la puerta lentamente y sonaba como las puertas esa de las películas de miedo.

Entro él primero y después yo, encendí la luz pero no había nada ni nada.

Oh claro que sí había algo.

En la pared había algo y se veía muy claramente con tinta roja.

Si es para hacerlo parecer sangre, les juro que no tienen ni pisca de creatividad. La gente no tiene nada que hacer.

Juliette Langston, empezamos con el pie izquierdo ¿No crees?

Bueno creo que eso fue una respuesta rápida, ahora sí estoy segura que es alguien del instituto. Porque como se enteró tan rápido.

Aunque porque no le escribe eso a su madre, maldito hijo de puta y exactamente en la pared donde tenía todas las fotos con mi amigos, con Henry y con mi madre, con mis amigos. Sentí rabia. Demasiada rabia.

Mierda maldito como te encuentre vas a morir en mis manos.

Papá salió del cuarto y llamo a alguien
revise mi cama y había un sobre, lo cogí rápidamente guardandolo debajo de la almohada.

¿Que sonidos eran esos los que se escuchaban si no había nadie en mi cuarto? Escaneé mi cuarto con la mirada, la puerta de mi baño estaba abierta y no había nadie, no había más espacioso dónde esconderse, excepto de... Mierda, debajo de mi cama.

Juliette Langston © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora