Juliette Langston ©

17. Inquietud y... ¡Sorpresa!

'Inquietud y... ¡Sorpresa!'

—Jul..

Notó que a lo lejos una voz me llama, muevo mi cabeza tratando de espabilarme un poco, me siento mareada.

—Princesa...

Otra vez esa voz. Creo que es mi padre.
No escucho más mi nombre sino lo que parece dos personas hablando.

—Callate ¿Acaso no estás viendo que está dormida? —habla una voz gruesa que me resulta familiar.

—Solo quería que me escuchará, en todo caso ¿Que carajos haces aquí? —esa es la voz de mi padre.

—No me hagas volver a repetirte las malditas cosas, Walter.

—Ya la viste, ya me viste puedes volver por donde viniste.

—No me pienso ir de aquí sin hablar con ella.

—¿Para que quieres hablar con ella? Para decirle.. —su voz bajo de tono y se escucharon susurros incomprensibles.

—Tienes que decirle que está viva. —le reclamo la voz a mi padre.

—Y se lo diré, no le estoy ocultando nada solo no lo recordaba.

—Y por eso aquí estoy yo para recordarte.

—Jodete Edward.

—Yo también te amo, hermanito.

¿Hermanito? Si mi papá no tiene herma.. o si, el si tiene hermanos, tiene uno. Pero hasta donde yo escuché no se veían desde que yo nací o desde antes.

—Callense —es lo único que sale de mi boca.

—Jul, Jul mi amor ¿estás bien? ¿cómo te sientes?

—Estoy bien papá. —mi voz sale rasposa.

Abro mis ojos y parpadeo varias veces porque veía borroso. Dos figuras altas de hombres aparecen a mis lados.

Veo en una esquina de la sala globos y lo que parece ser anchetas de comida. Arrugó mis cejas ¿cuánto he estado dormida y cuántos han venido a verme?

—¿Te sientes bien? El doctor dijo que puede sentir rasquiña o comezón en las quemaduras...

¿Quemaduras? ¿Que quemaduras? Es más, no siento mi cuerpo.

—Papá deja de hablar ¿si? ¿porque no siento mi cuerpo?

—El doctor te inyectó un tipo de anestesia  puede que aún no sientas partes de tu cuerpo.

—Ya, ya, no la asfixies. —habla el tercero en la habitación.

Papá bufa y se cruza de brazos.

Entonces lo miro —Hola tío.

—Hola sobrina hermosa.

Edward, mi tío por parte de mi padre bueno en realidad es el único tío que tengo y que hace años no veo y me parece que está igual, no ha cambiado nada tan sólo tiene un leves arrugas en su frente y cuando achica sus ojos.

Edward es hermano menor de papá y muy parecidos, sus ojos cafés igual que los míos, su cabello castaño claro

—¿Que haces por aquí, tío?

—No puedo venir a visitar a mi sobrina que aunque está en una cama de hospital y con unas ojeras que le llegan al piso aún se ve hermosa.

—Gracias tío, ¿Cuánto tiempo te quedas?

—Eso mismo le pregunto yo, princesa. —habla papá.

—¿Acaso se pusieron de acuerdo para hecharme?