16.5. Extra.

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'Extra'

Walter Langston.

Luego de que Victor, el padre de Sean y mi amigo de la infancia, me diera una copia de los estudios que le practicaron a Luna después de morir estoy seguro que ella consumió está misma droga.

De lo que no estoy seguro es como llego eso allá, y puede que ella no allá sido la única que consumio en la cuidad.

Después de la "muerte" de mi esposa he estado enfrascado en mi trabajo buscando justicia para todos, el puesto de Oficial era mío y lo tome sabiendo que conllevaría a dejar a mi hija sola por mucho tiempo pero también sabía que ella estaba bien sin mi, era y es una mujer fuerte, su madre la había enseñado bien.

Se que se esforzaba para ser la mejor en todo, el director me felicitaba cada vez que iba por ella.

Perderla a ella sería perder mi mundo, es lo único que me dejó Kristen y me hizo prometerle que la mantendría a salvó y eso he hecho hasta ahora.

Jair no me daba buena espina y Juliette lo sabía yo lo demostraba y se lo hacía volver a saber para recalcarle que se mantuviera pendiente de todo a su alrededor.

Mi teléfono inalámbrico suena y noto que es Peter. —Oficial, un señor que dice ser su hermano lo busca.

Esa visita no significa nada bueno.

—Hazlo pasar. —digo y cuelgo.

Mi oficina se abre unos segundos después y por ella entra el cabron de mi hermano, es igual a mi, cabello color negro con un poco de castaño, alto, ojos oscuros, un cuerpo prefecto y soltero.

—¿Que haces aquí, Edward?

—Ahora no puedo venir a visitar a mi hermano.

Encarnó una ceja —¿Estás de paso?

—¿Me estás hechando? —pregunta de vuelta.

—Te estoy preguntando, responde. ¿Le pasó algo a...?

—No, no, ella está bien, ha progresado con su situación y bueno quiere venir a ver a su hija.

Niego con la cabeza —Que ni se le ocurra, ahora Jul está en problemas, no quiero meter a Kristen también.

—No puedes negarselo.

—No se lo estoy negando, solo le estoy diciendo que ahora no es buen momento.

—¿Y dónde está mi hermosa sobrina?

—Creo que en casa.

—¿Cómo que "crees", cabron irresponsable?

Miro el reloj que cuelga de la pared y van a ser las 3 de la tarde, supongo yo que si, ya está en casa.

—A está hora ya debió salir del colegio. Hoy salia mas tarde por la actividad esa de los enamorados y esas cosas.

—¿Cómo estás? —me pregunta el.

—Bien ¿Y tú? ¿Como va el trabajo?

—De eso quería hablar contigo. No solo vine a visitarlos sino que según estamos al tanto mi equipo dice que han llegado varios informes sobre este condado y creen que están siendo acechados por un asesino en serie.

—¿Es enserio? ¿Un asesino serial? Por Dios, son chicos que mueren por una sobredosis.

—Chicos a los cuales nunca se les ha visto o escuchado consumir droga, chicos que son de la misma escuela, chicos...

—Cállate Edward no creo que allá un asesino en serie en el condado.

—Siempre hay una primera vez, hermanito. ¿No piensas que tal vez quiere enviar un mensaje?

Juliette Langston © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora