Me acabo de despertar. Me senté en cuanto abrí los ojos, gire mi mirada asia Jason. Quien estaba muy cómodo mientras dormía y no se da cuenta de que estaba roncando y eso me estaba fastidiando. Desde pequeña eh tenido problemas para dormir y sus ronquidos no me ayudan. Lo mire enojada y tome una almohada y lo golpeé.
- ¿Que? ¿Pasa algo? - Desperto de inmediato y se incorporó.
- Roncas. - Dije molesta y el frunció el ceño confundido.
- ¿Que?
- Roncas. - Repeti mi respuesta y luego volví a acomodarme para dormir y puse mi almohada en la cara.
- ¿Me despertaste para eso? - Pregunto y quitó mi almohada e hizo que me girará para mirarlo. - Yo no ronco.
- Eso lo dices por qué no te escuchas. - Dije y volví a girarme y puse mi almohada en la cara. Para intentar volver a dormir. Cosa que no iba a pasar ya que el volvió a hacer lo mismo. - ¿Que?
- Yo no ronco. - Repitió divertido y rode los ojos y volví a acomodarme para dormir y no me dejó.
Cómo le estaba dando la espalda. El empezó a dejar besos en mi cuello y clavícula. Eso no iba a dejarme dormir. Mordí mis labios para no suspirar.
- Necesitas afeitarte. - Dije intentando alejarlo y escuché reírse y me gire para mirarlo.
- Alguien desperto irritable. - Respondió y rodé los ojos. El seguía riéndose. - No voy a afeitar.
- Yo voy a volver a dormir. Mientras te afeitas. - Insisti mientras volvía a mi a ponerme cómoda y sus besos volvieron con su cara rasposa.
- No ve voy a afeitar. - Repitió y lo empuje para levantarme.
- Prepare café y tú te afeitaras. - Repetí yo y me levanté de la cama.
- No ve voy a afeitar.
- Deberías. Yo puedo asfixiarte mientras duermes. - Amenace divertida y el frunció el ceño.
- No harías eso.
- Mis hermanos dicen que estoy loca. Yo que tú les creería. - Advertí y salí del cuarto mientras caminaba asia la cocina.
Prepare el café y empecé a prepararme un desayuno. Tostadas con mantequilla de maní y café. No es el mejor desayuno de todos, no se cocinar así que es lo mejor que puedo hacer.
- Desayuno. Que bien. - Expreso Jason y me gire para verlo el se acostó en el sofá.
- No hay para ti. - Respondí y le di una muy brillante. - Si no te afeitas. Dejare que mueras de hambre.
- Tal vez tus hermanos si tengan razón. - Dijo y lo mire mientras se levantaba y sonreí satisfecha. Se a donde iba.
- ¿Adónde vas? - Pregunté haciéndome la inocente y lo escuché bufar.
- Me voy a afeitar. - Dijo desde el baño. Y sonreí satisfecha y empecé a prepara otro. - ¡No sonrías!
- No puedo, te gane. - Dije tomando café.
Jason, apareció de la nada y me tomo de la cintura y me pegó a el, mientras me besaba. El tenía crema para afeitar pero ahora yo también tenía la cara llena de crema para afeitar.
- Idiota. - Dije limpiandome la cara. - Termina de afeitarte o le pongo cianuro a tu desayuno.
- Que linda.
- Lo soy. - Respondí sonriendo y me senté a desayunar y el volvió al baño.
Salí de ducharme y me vestí rápidamente. Adivinen. Si, ya iba tarde como siempre. Me puse un jean negro. La mayoría de mis jeans son negros y con algunos rotos. Una camisa de color azul marino que tenía como estampado de la estatua de la libertad y unos tenis negros del todo. Salí del cuarto muy deprisa.
- Otra vez tarde. - Dijo Jason divertido buscando molestarme.
- Lo sé. Tengo que organizar mis horarios. Soy un desastre. - Dije guardando mis libros en una mochila con rapidez. Ni siquiera cepille bien mi cabello.
- No lo eres.... No del todo. - Lo último que dijo hizo que le lanzará lo primero que mis manos tomaron.
- Soy de Nueva York. Soy un desastre y tengo un buen ejemplo. Percy Jackson. - Explique.
- Eso es cierto. - Asíntio y sonreí sarcásticamente mientras buscaba mis notas. Algo me falta.
- ¿Que me falta? - Pregunte irritada mientras movía mi pie y pensaba. Escuché la risa de Jason y lo mire mal. - Idiota.
- Te gusta esa palabra. - Dijo sonriendo malciosamente. Ya recordé lo que me faltaba. Mi cartera.
- Si. ¡La amo! Dame mi cartera. - Dije estirando mi mano para que me la diera y el me la entrego. - Eso fue infantil. Muy al estilo de la cabaña siete.
- ¿Eso que significa?
- Descúbrelo. - Dije fingiendo duda y tome mi mochila. Me acerque a él y lo bese. - Adiós.
Salí de ese lugar corriendo por qué iba tarde. Siempre voy tarde. Summer Clark, no puede llegar a tiempo. Después de llegar tarde a mi clase y resivir un gran regalo. Salí para almorzar y pase mi día recitando cosas en mi cabeza. Las mujeres tenemos un hipocampo más grande que el de un hombre. Lo que significa que tenemos muy buena memoria. Así que yo puedo.
Que manera tan rara para animarte. No quiero saber cuál sería para la autocompasión.
- Yo no me autocompadesco. - Respondí al instante. - Eso es para idiotas que no pueden ni con ellos mismos.
Llegué a casa muy cansada y tengo que estudiar. Tengo clase de anatomía en cadáveres. Eso me gusta y que me gusta me perturba. Me tire en mi sofá. Me recosté un rato y luego me levanté a preparar café. Es como mi sustento de vida. Mi oxígeno.
Estudie todo lo que pude y busque trampas en los diarios de mi madre. Si sirvió. Busque algo para comer. Mis hora de estudios termino cuando me puse a jugar a lanzar cosas contra la pared. Era una pelota.
- Eso explica el ruido del otra lado. Molestará a los vecinos. - Dijo entrando y dejé de lanzar la pelota.
- No me había importan los vecinos. Nunca los tuve. - Expliqué mientras bostezaba.
- Eres de Nueva York. ¿Verdad? - Pregunto. El estaba haciendo algo en la cocina.
- ¿Que me delató? - Pregunté divertida y me acerque a la barra en la cocina. - Mi camisa o mi actitud. Dicen que los Neoyorquinos somos groseros.
- Las dos. - Respondió y me reí por la respuesta. - ¿Donde vives en Nueva York?
- En un Penthouse frente a CentralPark. - Respondí y el me miró con el ceño fruncido. - Tu preguntaste.
- ¿Es lindo?
- No es lindo. Es maravilloso y en las mañanas es lo mejor y cuando hay lluvia es aún mejor. Pero no le ganan a Londres. - Dije y el asíntio. - Londres es mejor. Exepto por qué les encanta la cortesía y están obsesionados con el te.
- Si debe de ser demasiada cortesía para ti. - Dijo en un tono de burla y alcé las cejas mientras lo miraba mal.
- Lo es. Pero la sobredosis de cortesía termina cuando llegó a la casa de mis abuelos. - Explique y se rió. - Ningun Clark tiene cortesía en la sangre.
- Ya lo noté. - Sonreí y me acerque más a él y lo bese. Me acerque a su oído.
- También puedo hablar con acento inglés. - Dije coqueta y me aleje. - Pero tengo que estudiar.
Puso sus manos en mi cintura y volvimos a unir nuestros labios mientras caminábamos asia él sofá. Donde caímos mientras nos besábamos. Sabía dónde iba a terminar esto.
- Tengo que estudiar así que no. - Dije y me aleje para estudiar.
- Eres mala.
- Lo se y eso me encanta. Adiós. - Dije y el se rió y volvió al cuarto y me concentre en mis libros.
Sonríe como boba enamorada. Soy una boba enamorada que quiere sexo. Que buen ahora soy patética.
¿Que no te autocompadesias?
- No hables. - Murmuré molesta por los comentarios de Delphi. ¿Así soy yo cuando hago mis comentarios?
Si
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Hija de Apolo (Jason Grace)
FanfictionSummer Clarke es una hija de Apolo que lleva en el campamento más mestizo más tiempo que Percy Jackson, pero ella es como invisible, y en el campamento los siete son los más populares por embarcarse en un viaje muy peligrosa y sobrevivir, su persona...