v e i n t e

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Thomas caminó apresurado hasta el Garrison mientras miraba a su alrededor tratando de evitar cruzarse con algun grupo de policías, tiró el cigarrillo al suelo y entró a la cantina agitado, movió sus orbes en busca de la rubia y cuando esta lo miró de vuelta le hizo un ademán para que se acercara a la pequeña sala.

-tendré que ocultarme por un tiempo.-dijo él mirando a la mujer a los ojos tratando de buscar algún movimiento que le pudiera dar la razón a las palabras de Bella.

-¿porque?.-preguntó Grace desentendida.

-perdí mi poder de negociación.-explicó brevemente.-ahora solo somos éste policia y yo, cuando vuelva te contaré algunas cosas.-aseguró Tom

-Harry dijo que la policía ya está en Digbeth.-murmuró la rubia asustada.

-lo sé.-asintió el ojiazul.

-¿porque te arriesgaste a venir a decírmelo?.-preguntó la mujer

-debía confirmar algo antes de irme.-soltó él tratando de convencerse de que las palabras de Arabella eran nada más que mentiras y es que apesar de que Thomas confiaba en la jóven no podía creer las acusaciones que había hecho sobre Grace, él creía ciegamente que la rubia era una buena mujer y es que poco a poco le habían comenzado a surguir sentimientos hacía ella.

-¡Tommy, la policía está en el callejón!.-anunció Finn apareciendo en la sala.

-ven conmigo.-murmuró Grace y le tomó la mano al ojiazul para ayudarlo a salir de allí.

Caminaron rápido por los callejones de Small Head y en cuestión de segundos ambos entraron a la pequeña casa de la mujer, Thomas echó un rapido vistazo al lugar mientras Grace acomodaba algunas cosas que estaban fuera de lugar.

-¿quieres té?.-preguntó la rubia mientras llenaba una tetera para calentar el agua e ignorar el hecho de que estaban siendo buscados.

-¿té? no gracias.-negó Tom evitando soltar una sonrisa.

-tengo Ron.-ofreció Grace volteando a verlo.

-en realidad si quiero té.-murmuró el hombre dejando salir la media sonrisa que antes había tratado de ignorar -la gente se ve diferente en su casa.-soltó derrepente y la mujer lo miró confundida.

-¿a que te refieres?.-preguntó ella.

-se ven desprevenidas.-respondió Tom sin quitarle los ojos de encima.

-¿debería estar prevenida?.-cuestionó otra vez y el hombre negó rapido.

-soy un hombre que bebe té.-dijo con humor.

-¿cuando crees que las cosas se calmen?.-habló Grace mientras se asomaba por la ventana para observar el escenario de la calle.

-tal vez tarde, pero apenas se calme me iré.-aseguró Thomas.

-¿tal vez en la mañana?.-se giró para mirar al hombre otra vez.

-seguramente por la mañana, así que tendré que pasar la noche aquí.-respondió lamiendose los labios sabiendo lo que significaba aquella situación.-tienes un gramófono.-dijo él cambiando de tema.

-está roto.-informó Grace.

-de todas formas podemos bailar.-sonrió el hombre ampliamente y la rubia asintió nerviosa pero con una linda sonrisa pintada en los labios.

Ambos se acercaron con lentitud y Thomas abrazó la cintura de la mujer mientras sentía las manos tibias de Grace pasar sobre sus hombros, acortaron un poco más la distancia e imaginando una linda canción lenta comenzaron a bailar sin saber que el viejo inspector los estaba observando, melancólico y dolido desde el frío callejón.

𝗥𝗘𝗗 𝗥𝗜𝗚𝗛𝗧 𝗛𝗔𝗡𝗗 Ⅰ 𝘁𝗵𝗼𝗺𝗮𝘀 𝘀𝗵𝗲𝗹𝗯𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora