v e i n t i n u e v e

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Birmingham, Inglaterra

Arabella y Thomas bajaron del bote luego de un largo y agotador viaje, ellos habían logrado un trato con Solomons, habían estrechado manos y el judío les habría dado sal como un extraño símbolo de paz, también habían seguido a Ada y a pesar de que la mujer estaba totalmente molesta por la golpiza que le habían dado los hombres de Sabini gracias a ellos, había aceptado entre regaña dientes el dinero y la nueva casa que le habían comprado a las afueras de Londres para que pudiera estar en paz y lejos de todas las revueltas.

Ambos caminaron por Small Heath otra vez y respiraron el espeso y típico aire del lugar, entraron a la casa de apuestas y rápidamente comenzaron a hablar con todo el mundo para verificar que todo seguía en orden.

-¡Polly!.-dijo Bella cuando escuchó los aplausos y vio a la mujer entrar al lugar.

-¿qué mierda está pasando?.-preguntó la mujer con mal humor cuando notó que los aplausos eran para ella.-¿cuando regresaron?.-les preguntó al ojiazul y a la muchacha quienes se le acercaban afectuosamente.

-no queríamos perdernos tu cumpleaños, tía Pol.-aseguró la castaña mientras observaba a Tom abrazar a la mujer por los hombros.

-¿como saben que es mi cumpleaños? nadie lo sabe.-inquirió algo inquieta por la situación.

-este año es diferente.-asintió Thomas caminando por el lugar.

-John, Finn, Jacob, traigan el auto.-les ordenó Bella siguiendo los pasos que Tom daba.

-¿adónde vamos?.-cuestionó Pol con el ceño fruncido y es que la mujer no entendía nada, había sido tomada por sorpresa.

-a abrir tu regalo de cumpleaños.-contestó el ojiazul sin más y entonces todos salieron de casa.

[...]

El paisaje era simplemente hermoso, lejos del abrumador aire gris de Birmingham, con las calles limpias de borrachos y el césped verde y recién cortado; Arabella no podía despegar los ojos de todo el lugar y cuando Thomas detuvo el auto frente a un complejo de enormes casa bajó corriendo, incluso mas emocionada que Polly, ella lucía como una niña pequeña. 

-¡vamos Pol, ven a ver tu nueva casa!.-gritó la muchacha desde la puerta y la abrió para que la mujer entrara.

-dijeron que iban a comprarle una casa a Ada.-murmuró ella cuando estuvo dentro y comenzó a caminar por el lugar para observar todo.

-si, eso es lo que hicimos, pero nos sobró algo de dinero.-aseguró Tom sin apartarle la mirada a su tía.

-¿es nuestra?.-preguntó mirando la enorme sala de estar.

-no Polly, es tuya.-le sonrió Bella desde una esquina y sintió la mirada de la mujer sobre ella.-te la mereces.-murmuró y vio a su tía observar a todos, John, Arthur, Jacob y Finn, quienes se mantenían en un rincón, asintieron sonrientes dándole a entender que lo que la muchacha decía era cierto.

-¿qué voy a hacer con todas estas habitaciones?.-preguntó entre risas emocionadas. 

-no lo sé, pero joder, créeme que sola no vas a estar, yo voy a venir aquí mas seguido de lo que quisieras, maldita sea, esta casa es increíble.-aseguró Arabella caminando hasta una ventana y corrió las cortinas.-¡mira el jardín Polly! podrías emborracharte y estar desnuda y ningún idiota podría molestarte.-le indicó a la mujer haciendo que todos rieran.

𝗥𝗘𝗗 𝗥𝗜𝗚𝗛𝗧 𝗛𝗔𝗡𝗗 Ⅰ 𝘁𝗵𝗼𝗺𝗮𝘀 𝘀𝗵𝗲𝗹𝗯𝘆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora