|♂️• Capítulo 6

278 23 30
                                    

࿐ ࿔  ⎙ ♡∘∴⋅
✎ 6. Fundiéndome en ti

Cuando Valentín llegó del trabajo se la encontró de sorpresa frente al edificio esperándolo. Sin preverlo una alegría interna lo invadió.

Entre risas y pláticas se les fue el tiempo.

Vieron una película, prepararon comida, y después limpiaron el desastre juntos.

Ya eran las ocho de la noche, y él se había ofrecido a llevarla.

Ambos estaban saliendo del edificio cuando una lluvia los sorprendió. De inmediato volvieron de nuevo al departamento. Amanda se había mojado ligeramente los jeans y la blusa.

—Creo que vas a tener que quedarte a dormir aquí —dijo Valentín—. Tu ropa se mojó, ¿te presto algo mientras seco la tuya?

—Sí.

—Sígueme.

La guio hasta su habitación. Por suerte, antes de irse a trabajar la había ordenado y cada cosa estaba en su puesto. Sintió un gran alivio y se apremió por ello.

—Mirá —dijo abriendo el armario—. Podes sacar lo que queras de aquí.

—Muchas gracias. Sos re amable —dijo ella con un sonrisa.

—No es nada. Bueno me voy para que te cambies.

Él salió y se sentó en la sala a esperar. Muchas dudas paseaban por su cabeza. Lo primero qué pensó fue: «Qué se pondría ella del armario de un chico». Quizás un suéter y unos pantalones cortos, o tal vez un pijama.

Recordó que tenía jeans pero ella se vería rara portando los pantalones de un hombre. También tenía deportivos, pero Amanda no era la chica delgada de antes, y quizás no le sirvieran.

El sonido de la puerta abriéndose lo sacó de sus pensamientos. Puso atención y la vió salir del pasillo.

—Wou. —Fue lo único que pudo decir.

Llevaba un suéter ancho y largo, junto a un pantalón deportivo negro. Por lo largo del suéter no se le podía notar el trasero, pero por lo poco que pudo apreciar, el pantalón resaltaba sus atléticas piernas.

—Te ves increíble —dijo anonadado.

—Gracias —dijo ella caminando hacia él y sentándose a su lado—. Puse la ropa a secar en el otro cuarto, si no te molesta.

—No hay problema.

—Oye Valentín…Estas semanas que llevamos juntos han sido increíbles, pero ya no puedo seguir con esto. Sé que lo que buscas es que deje mi capricho u “obsesión” por vos, como a ti te gusta llamarlo, pero esto no beneficia a nadie.

Se lo pensó un momento, hasta que al fin dijo:

—Hay una parte de mí que aún no conoces —sonrió de forma pícara—. No sabes como soy en la cama, puede que sea pésimo y puede que ahí se te quite la obsesión.

—Me valdría un comino que fueras pésimo.

—Me idealizas demasiado Amanda, yo no soy lo que vos crees —suspiró entrelazando sus dedos y mirando al frente.

—Me has contado un montón de cosas —dijo ella—. Cosas buenas, malas, desagradables, como la vez que estabas en la casa de un amigo y te masturbaste con el peluche de su hermano...Me vale todo eso, sos humano, y lo que me gusta de vos son tus imperfecciones.

—Creo que debes olvidarte de mí —dijo con tono serio mirándola—. Debemos terminar esta mentira, tenés razón.

Amanda sonrió y él la miró confundido.

Androfobia-WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora