Hannah tiene 17 años y acaba de superar una leucemia. Cansada de ser "la chica del cáncer" en su instituto, ve la oportunidad de empezar de zero cuando a su padrastro le ofrecen un nuevo empleo en otra ciudad. Toda la familia toma la decisión de mudarse por el bien de Hannah, que está ilusionada por empezar su nueva vida. Nada más llegar a su nuevo hogar, conoce a su vecino de la forma más vergonzosa que ella pueda imaginar. Eric resulta ser el chico más popular del instituto, por lo que llamar su atención tiene nefastas consecuencias. Por si eso fuera poco, la ventana de la habitación de Hannah está justo en frente de la de Eric. Todo eso solo es la primera bajada de la gran montaña rusa a la que acaba de subirse sin siquiera ser consciente de ello.