Todo comenzó por una simple obligación universal para un príncipe soltero: Matrimonio. Y para conocer a su prometida tenia que viajar a Londres, la cuidad del vapor. Encontrarse con él, quien no estaba en los planes de boda, fue como cambiar de un mundo a otro y recibir un viento fresco. Él era hermoso y muy diferente: Adornado por ángeles, santos, pastores, reliquias, ornamentos y el fondo blanco de las paredes. Todo era de un excesivo color dorado. Nunca en su vida quiso ser menos puritano; deseando arrancarle el velo con impropiedad y ver de qué color serian sus cabellos. Un deseo noble y pequeño de su corazón, pero espantoso para la sociedad. Y antes de que pueda detenerse ya está dando varios pasos hacia al frente. - Mi nombre es Sasuke... Sasuke von Fan. Encantado de conocerte. Naruto, un huérfano y monja, acostumbrado al trato sarcástico, ¿Debería confiar en la sinceridad de este hombre? Con cuidado la mano ajena, pálida y fría, fue a parar a la suya; observando con inocentes ojos azules como lentamente el caballero se inclinaba, el calor se le fue a las mejillas e inmediatamente retiró su mano del beso desprevenido que le obsequiaron. Por primera vez como en un sueño: Naruto estaba avergonzado.