Segundo libro de la trilogía PERTENECERNOS Lady Caroline Sinclair Newland no era precisamente conocida por ser el epítome de una dama inglesa; pese a que poseía el linaje, la fortuna y la belleza adecuadas para serlo. Sin embargo; siempre había algo que resultaba "más" en ella y que evitaba estandarizarla...No se podía decidir si se trataba de su exuberante cabellera pelirroja, o de sus profundos ojos azules. Quizás era por su afilado ingenio o tal vez, sólo tal vez, todo recaía en el hecho de que la joven dama prefería pasar el día entero enterrada entre libros, que estar bailando en un reducido salón de baile. Sólo hacía excepciones si dicha actividad incluía algunas escandalosas charlas con un guapo mujeriego de ojos verdes, quien guardaba más misterios de los que mostraba. En cualquier caso, cuando las personas posaban sus ojos sobre ella siempre resaltaba el factor "más". Lord James Spencer, décimo conde de Somerset, era precisamente conocido por ser el ejemplo perfecto de lo que significaba ser un mujeriego. Frecuentaba los clubs más modernos, participaba de lo escándalos más llamativos de la temporada, y seducía a cuanta mujer hermosa se le cruzara por el camino. Para él sólo existía el término "más" en su vida. Al menos eso fue lo que siempre pensó al crecer total y perdidamente enamorado de su hermosa vecina de ojos azules y cabello de fuego; y James estaba listo para demostrárselo.