¿ Qué ocurre cuando tu mejor amigo de la infancia se muda a tu casa? Eva creía que al llegar a casa, volvería a ver a ese chico que tantos momentos felices le dio. Ese con camisas y pelo lleno de gomina. Pero... ¿ Y si no es el mismo ? ¿ Y si ya nos lleva camisas? ¿ Y si su ropa son cientos de tatuajes ? ¿ Y si esa sonrisa angelical ahora fuese hija de un demonio? Eva sabe que Abraham ha cambiado y que nunca nada volverá a ser como siempre.