-¿Cuál fue la experiencia más incómoda que habéis tenido como pareja?- leyó Kenma para todos, pues se habían quedado sin ideas y habían decidido buscar por Google preguntas de pareja.
Bokuto y Akaashi se miraron durante unos segundos. La verdad era que el uno con el otro se sentían de maravilla, pero sí que recuerdan una vez que tuvieron que aguantarse las ganas de irse corriendo.
-Por su expresión veo que ya tenéis algo en mente.- supuso Kuroo, con su típica sonrisa.
-Algo así.- confesó Akaashi.
Oikawa se inclinó sobre la mesa para poder escuchar mejor a Bokuto.
Dos semanas después de que comenzaran a salir.
Estaba muy contento por haber besado a Akaashi aquella vez en la clase. Mucha gente que le tiraba la caña ya había desistido al ver que yo era el único dueño de su corazón, lo cual me enorgullecía de sobremanera.
Él, desde entonces, había estado muy cariñoso conmigo, y se había atrevido incluso a darme la mano en público. La gente agradable nos miraba y pasaba de nosotros o nos sonreía dulcemente, y los homofogos nos tiraban malas miradas y algún que otro comentario inapropiado. Aunque parezca mentira, me daba cuenta de esas pequeñeces.
Me alegraba saber que a mi novio le daba igual lo que pensaran de nosotros, y me lo dejó más que claro cuando saqué una mala nota en matemáticas, y para animarme me besó, delante de todos. Quién lo diría.
Tal vez fue muy rápido, o tal vez era normal teniendo en cuenta que llevábamos siendo amigos tres o cuatro años, pero me atrevía a decir que estaba -y estoy- profundamente enamorado de Akaashi Keiji, y son esas pequeñas cosas las que hacen que mi amor por él crezca.
Pero, para mi desgracia, no todo iba a ser perfecto.
No era el único que estaba enamorado de él, pues Aona también lo estaba, sin embargo, a diferencia de mí, ella había tenido una oportunidad con mi ángel y la había desaprovechado. Todavía me acuerdo de la rabia que me daba verla tan relajada ignorando la presencia de Akaashi para estar con los populares en vez de valorar lo que tenía en frente de sus narices. Recuerdo todas las tardes que venía a mis brazos para que le consolara, y me partía el corazón ver que estaba tan decaído por alguien que no merecía la pena.
Lo peor de todo fue cuando quiso terminar con ella, y Aona en vez de aceptarlo, le montó un drama. Todos los de la preparatoria se enteraron de cada detalle de esa discusión, y ella se encargó meticulosamente de parecer la víctima, y no la culpable.
Unas semanas después volvió llorando a mi ángel, suplicando otra oportunidad, prometiendo que no volvería a hacer lo mismo. A Akaashi le dieron igual las palabras que salieron de su boca, pues había tomado una decisión que pensaba cumplir, y era nunca volver con la misma persona que había roto tantas veces su corazón.
Pero ahí no acaba la cosa, es más, me atrevería a decir que solo comenzó, ya que Aona estaba tan encaprichada con él que le escribía cada día, tratando de formar una relación disfrazada de amistad para poder acercarse más a él. Claramente, yo le advertí que no sería una buena idea, pero Akaashi no me hizo caso.
Un mes después la ex volvió a intentar recuperar a Akaashi, pero mi chico le es fiel a si mismo, y obtuvo el mismo resultado -para mi suerte-.
Ya podéis imaginar cómo se puso Aona al ver por sus propios ojos que realmente Akaashi le había superado. Yo pensé que nos iba a dejar en paz, pero me equivoqué.
Estábamos mi novio y yo tranquilos en el parque. Había bastante gente, la verdad, aunque no era de extrañar, siendo un domingo soleado. Apetecía salir de casa. Los niños jugaban con sus atracciones mientras que las madres charlaban entre ellas. Habían pocos adolescentes, y los que estaban se encontraban separados por grupos, sentados en los bancos y charlando entre ellos.
Hubiera sido un día perfecto si no fuera porque cierta pelirosa había aparecido en el lugar, con las mejillas sonrojadas, lágrimas en los ojos y cara de pocos amigos. No vi venir la mano que impactó contra la mejilla de Akaashi.
-¿Por esto me has cambiado?- preguntó con un tono de voz muy alto y llamando la atención de todos los presentes. Las lágrimas caían como cascadas por su mejilla.- ¡Yo te quería!
-Aona, tú y yo terminamos hace meses.- dijo en un susurro Akaashi. Ya se le empezaba a ver la marca de la mano de la chica.
No iba a consentir que volviera a montar un espectáculo delante de todo el mundo, y menos que dejara mal a mi querido Akaashi. Me levanté y me acerqué a ella, cabreado.
-Si tienes problemas de niña rica, pija y malcriada me da absolutamente igual, por mí como si quieres comprarte un castillo, pero que sea la última vez que te vea tocando a mi novio.- apreté los puños, sin poder controlarme. Esa chica ya había hecho mucho daño, y me negaba a permitir que volviera a dejar una mancha difícil de borrar en la sonrisa tan perfecta de mi querido ángel.- Y deja de hacer espectáculos cuando algo no te sale como quieres. Vosotros terminásteis hace cinco meses, superalo, anda, y vete a molestar a otros.- no quería que la gente se enterara de esa conversación, así que empleé un tono de voz bajo, e intenté intimidarla lo mejor que pude. Parece que funcionó, porque se dio la vuelta y se fue corriendo.
No supe en qué momento tuve a Akaashi entre mis brazos, dándome uno de los besos más dulces que había recibido en mi vida, aunque tampoco me quejé. Ignoré los aplausos y me centré en los labios de mi persona favorita.
Desde ese día me prometí que no dejaría que nadie dañara jamás a Akaashi.
Actualidad.
Oikawa tenía una sonrisa bobalicona en la boca. Le encantaban ese tipo de historias, le parecían súper tiernas.
-Que adorables.- dijo, acostándose en el pecho de Iwaizumi. Él lo estrechó más como respuesta.
-Pero eso no fue incómodo.- cuestionó Kenma.
-Es verdad, quedaste más como un héroe.- apoyó Kuroo. Bokuto se rascó la nuca.
-A mí no me gustó que agredieran a mi novio.- confesó.
-Y para mí sí que fue un poco incómodo.- dijo Akaashi, acariciando la pierna del peliblanco.
-Como sea. La historia es muy bonita.- defendió, a su manera Iwaizumi. Todos le dieron la razón.
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Me da pena que se esté acabando ya el calendario de adviento, no hace tanto se me ocurrió la idea y ya he publicado la última anécdota BokuAka 🤧.
Por suerte o por desgracia, aún os quedan tres días para soportarme 😜.
Bueno, ya sabéis, lo de siempre, cuidaos mucho, se os quiere y hasta mañana con Iwaoi :D.
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Dulce Navidad
Любовные романыBokuto, Akaashi, Kuroo, Kenma, Iwa y Oikawa se juntan en la casa de éste último para pasar la Navidad, charrando de sus cosas y recondando buenos -y no tan buenos- recuerdos. Cada día de diciembre hasta el 24 subiré una one-shot de alguno de sus rec...