-Pues nosotros cada vez que vamos a comprar cualquier cosa damos mil vueltas.- Iwaizumi rodó los ojos.- porque el señorito siempre busca lo mejor.
-Eso también se puede aplicar a tí.- Kuroo sonrió pícaro. El azabache nunca lo había mirado así, y aunque se sintió halagado, bufó.
-Tampoco exageres, Iwa. Solo estuvimos una hora y media.
-Sí, para ir a buscar una cartera para tu padre.- recordó.- aún me duelen los pies.- el resto del grupo re rió, menos el castaño, que le golpeó en el hombro a su novio.
-Tenía que ser perfecto.
-Ya.- dijo con sarcasmo. Estuvo a nada y menos para decirle que la cambió por una riñonera, pero no quería que volviera a pasar por ese mal trago.
-A ver, expliquenme. ¿Qué pasó?- Bokuto, como siempre, no se enteraba de nada.
Hace cinco días.
-¡Iwa-chan!- Oikawa lo llamó desde la otra punta de la casa, enfadado.- Tenemos que ir ya sí o sí. Queda menos de una semana para Navidad, y no le he comprado nada a mis padres.
-Ni falta que hace, siempre lo devuelven todo.- murmuró el ojiverde. Por suerte su pareja no le había escuchado.- ¡Está bien! Me cambio y vamos.- apagó la play a regañadientes y se levantó del sofá. No le apetecía en absoluto hacer compras navideñas, rodeado de gente que solo sabía empujar y dar mil y una vueltas para encontrar una cosa que la tenía en las narices.
Tampoco se esforzó mucho en su vestimenta; una camiseta blanca lisa, por encima una sudadera negra y unos pantalones vaqueros.
-¿Ya estás?- Iwa y Oikawa casi se chocan en el umbral de la puerta. El azabache asintió con la cabeza.- perfecto, pues vamonos.- el chico le agarró del brazo a su novio y lo tiró hasta la puerta de su casa.
-¿Por qué tanta prisa? Son las nueve de la mañana.- se quejó.
-Estamos en Navidad, y las abuelas siempre apuran hasta el último momento. No quiero quedarme sin regalo para ellos.
-¿Y si solo les das dinero?- el de ojos marrones negó rápidamente con la cabeza.
-¿Te acuerdas de la última vez que hicimos eso? No me habló en toda una semana.- cierto, pero un poco exagerado. En realidad fueron cuatro días.
-Pues no entiendo por qué siempre tenemos que comprarle algo, si sea lo que sea lo descambiará.- al momento de decirlo, se arrepintió. Él sabía que Oikawa era muy detallista, y que le gustaba hacerlo todo perfecto, pero que le dolía saber que aunque se esforzara, sus padres siempre acababan cambiando todo lo que les regalaba por cosas que no necesitaban, como cuando les regaló un bonito recuerdo de su gato y ellos hicieron una devolución y compraron un marco para una foto de los vecinos.
Iwaizumi chasqueó la lengua y lo abrazó.
-Este año le compramos una cartera, y así cada vez que quieran salir a cualquier parte se acordarán de tí.- el castaño le besó en la comisura de sus labios.
-Me parece perfecto.
-¿A dónde quieres ir primero?
-Al centro, ahí hay muchas tiendas bastante interesantes.- su novio asintió, y antes de que llegara el autobús, Oikawa sacó el móvil e hizo un selfie.- Para la prosperidad.- Iwa rodó los ojos con una sonrisita en los labios. ¿Qué le iba a hacer?
-Buenos días, pareja.- para su suerte, el conductor agradable les iba a llevar a su destino.
-Buenos días, Fumikage.- el castaño le brindó una sonrisa deslumbrante.- ¿Cómo estás?
-Perfectamente.- Iwaizumi se sentó en el sitio más cercano, mientras que Oikawa se quedó de pie, conversando con ese buen hombre.- mi sobrina hoy vendrá para pasar la navidad conmigo.
-¿Kate?- era una chica de su edad, rubia y con ojos verdes, que captura la mirada de todos los chicos. Fue adoptada cuando tenía apenas seis años, vivía en Londres y siempre que podían venían a Japón a pasar las navidades con su familia. Fumikage había intentado emparejarlos alguna que otra vez, pero cuando le dijo que estaba saliendo con Iwaizumi, le dejó en paz.
-La misma. Tiene muchas ganas de veros.- se inclinó hacia el pelinegro, el cual le sonrió por cortesía.
-Ya está en verde.- avisó Oikawa.
-Gracias.- volvió a coger el volante y emprendieron la marcha.- ¿Váis al centro?- asintieron.- Ese lugar está hasta los topes. Imagino que vais por compras navideñas.- volvieron a asentir.- Ahora es una buena hora, aprovechad que no habrá mucha gente y mirad todo lo que podáis. ¿De quién ha sido la idea de apurar tanto?- el castaño se cruzó de brazos.
-Iwaizumi estaba muy vago.- hizo un puchero.- según él deberíamos darles dinero.- el conductor se echó a reir.
-No sería una mala idea.- el ojiverde sonrió con soberbia, y Oikawa bufó.
-Eso es muy cutre.
-También es verdad, pero si no sabes qué regalar es lo mejor.- Iwa asintió, contento porque alguien le diera la razón.
-¿Tú qué le has regalado a tu familia?- desvió un poco el tema el de ojos marrones. No le gustaba admitir que no tenía la razón.
-A Kate una pulsera, no es la gran cosa, pero creo que le gustará.- no pudieron hablar más, puesto que ya estaban en su parada.- Mucha suerte con las compras.- sonrió antes de abrir las puertas y se despidió con la mano antes de cerrarlas.
-La verdad es que a Kate le van las pulseras.- Iwa recordó la cantidad de ellas que rodeaban sus muñecas hasta el codo.- no sé cómo no le incomodan.
-Yo tampoco.- admitió Oikawa.- bueno, ¿dónde miramos primero?
-A cualquier sitio.
Después de una hora dando vueltas por literalmente todas las tiendas.
-¿No podemos cogerle una y ya?- rodó los ojos el azabache.- Hemos mirado mil.
-Perdón, perdón. Prometo que esta es la última tienda.
-Eso espero.- murmuró su pareja.
Actualidad.
-No fue la última.- se quejó.
-Pésimo servicio.- se defendió el castaño. Kuroo se rio.
-Pobre Iwa, la próxima vez irás solo.- picó.
-¡No!- se agarró al brazo del chico una vez más. No podía hacer ese infierno de compras sin su leal compañero. Se negaba.
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Holis, adivinad quién ha vuelto :D.
Al final el problema se hizo más largo de lo que me pensaba, pero no os preocupéis, lo he subido al Drive para que no me vuelva a pasar lo mismo.
Ay que ya sólo quedan cinco días para la Navidad ^.^
Esta mañana subiré dos capítulos y por la tarde los otros dos que os debía, gracias por el apoyo y vuestra paciencia :D.
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Dulce Navidad
Любовные романыBokuto, Akaashi, Kuroo, Kenma, Iwa y Oikawa se juntan en la casa de éste último para pasar la Navidad, charrando de sus cosas y recondando buenos -y no tan buenos- recuerdos. Cada día de diciembre hasta el 24 subiré una one-shot de alguno de sus rec...