11-12 {IwaOi}

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-Sois muy empalagosos.- dijo Bokuto, mirando como Iwaizumi acariciaba la mano de Oikawa, que estaba sentado encima de él.

-No siempre.- puntualizó Kuroo y el peliblanco se rió.

-Es verdad, Oikawa siempre recibe pelotazos.- la pareja y Kuroo se miraron cómplices.

-No me refería a eso.- en los ojos de Bokuto se pudo ver la confusión, así que el azabache procedió a explicarlo.- casi se dan un tiempo, y ya sabemos como termina siempre eso.- no hya palabras para describir la sorpresa de los otros tres, quienes hasta ahora no se habían enterado de nada.

-¿Cómo, cómo?- Akaashi habló por todos.- ¿qué pasó?

-¿Y cómo lo sabes tú y yo no?

-Gatito, Oikawa pidió discreción.

-Pero...- no le dejaron terminar.

-¡Soy tu mejor amigo!

-Bokuto, si no se podía, no se podía.- le detuvo Akaashi. Bokuto se cruzó de brazos y refunfuñó por lo bajo.- Igual nos lo quieren contar ahora.

-Si no te molesta.- Iwa miró a Oikawa, y él se encogió de hombros.

Hace un año, más o menos.

-¿Sí? ¡Pues si tanto te molesta mejor me voy ya!- exclamé, con el corazón hecho mierda y con un enredijo en el estómago que casi no me dejaba hablar, pero tenía que ser fuerte. Iwa estaba muy enfadado, o al menos eso aparentaba, y yo no le iba a dar el luje de verme llorando.

-¡En ningún momento he dicho que me molestara!- se llevó las manos a la cabeza y luego las volvió a bajar, en un gesto de desesperación.

-¡Lo has insinuado!- le señalé.

-A ver, ¿cuándo?- volvió a rodar los ojos.

-Lo sabes perfectamente.- empecé a recoger mis cosas lo más rápido que mis manos me permitieron.

-¿Y te vas?- parece que eso le molestó aún más. Chico, le molestaba todo.

-¡Sí, me voy! ¿Y sabes por qué?- abrió la boca, pero me adelanté.- porque no quiero verte, y menos en este plan.- era mentira. Lo que más me apetecía era ir a abrazarlo, pero por la manera en la que abrió los ojos supe que le dolió, y a pesar de que a mí me dolió el doble, continúe.- ni hablar contigo, y otra cosa te digo, esa actitud que tienes es insoportable.

-¿Yo insoportable?- frunció el ceño, enfadado.- ¿Tú te has visto? ¡No se puede ni hablar contigo!- bufé.

-Sí, venga, ¿y qué más? ¿Me dirás que todo esto lo he empezado yo?- me miró con una cara de "¿no es obvio?" y ya fue el colmo.- Adiós, Iwaizumi.- cerré la mochila, me la puse al hombro y salí de su casa.

Me sentía horrible, era una mezcla entre enfado, frustración, tristeza, decepción y, sobretodo, arrepentido conmigo mismo. Muchas de las cosas que le dije no las sentía de verdad, y muchas de las cosas que me dijo tenían toda la razón.

A medida que me iba relajando notaba como me crecía un fuerte nudo en la garganta. Lo intenté controlar, pero al llegar al parque de detrás de mi casa me derrumbé. Era de noche, alrededor de las 11 de la noche, y se suponía que me debería quedar a dormir a su casa. Estaba empezando a refrescar y sentía la nariz fría, aunque no sabía si esto último era por la baja temperatura 9 porque las lágrimas habían comenzado una carrera para ver cual llegaba antes al final.

Iwaizumi y yo nos habíamos peleado muchas veces, pero nunca tan fuerte como la de aquella noche, incluso me estaba planteando dejar de hablarle desde aquella misma noche, pero me contuve, porque sabía que estando enfadado o triste no se podían tomar decisiones importantes.

Saque el móvil del bolsillo. Tenía unos cuantos mensajes de mi madre, de algunos colegas de la preparatoria, de algunos de los del equipo, de Kuroo y de la última persona que esperaba que me escribiera.

Iwaizumi me había escrito "podemos hablar civilizadamente?" me molestó que dijera eso último, pero tanto con eso como sin eso, en ese momento no tenía ni ganas ni fuerzas para contestarle.

Necesitaba hablar con alguien, y las opciones eran limitadas. Normalmente acudiría a mi novio, pero no era la mejor idea hacerlo ahora, así que acudí a la persona que sabía que me entendería mejor.

Busqué entre mis contactos su número, y al segundo pitido escuché su voz desde el otro lado de la línea.

-¿Oikawa? ¡Qué maravillosa sorpresa!- su voz sonaba demasiado alegre para mis oídos ensangrentados.

-Hola Kuroo.- no me tomé la molestia de disimular mi voz.

-¿Ocurre algo?- me limpié una lagrima rebelde que acababa de escapar de mis ojos.

-Sí.- me quedé en silencio un rato y él lo respetó. Una de las cosas que más me gustaba de Kuroo era que nunca te presionaba para hacer las cosas, y más cuando estabas deprimido, aunque le gustara picar a las personas.- Es que me he peleado con Iwa.

-¿Qué ha pasado?- el tono que estaba empleando me gustaba más. Más dulce, más comprensivo.

-No lo sé. Hemos empezado a discutir y creo que ya no me quiere ver más.- las lágrimas volvieron a salir sin control.

-¿Crees o estás seguro?- me lo planteé. Le hice daño, pero él también a mí, así que ambos nos debíamos una disculpa.

-Bueno... Me ha escrito hace poco...- confesé.

-¿Y por qué no vais y lo habláis?- sugirió, pero me negaba a hacerlo.

-Creo que lo mejor será darnos un tiempo.

-¿Por?- no le gustó la idea.

-Porque si nos hemos peleado tan fuerte será porque lo necesitamos.

-No, no y no. No te doy una colleja porque no estoy ahí. Oikawa, cuando alguien pelea, es mayoritariamente por malos entendidos, y sobretodo en las parejas. ¿Qué te crees, que Kenma y yo no nos peleamos?

-Pues...- la verdad que parecían una pareja muy feliz que no conocían el sentido de pelear.- supongo que tienes razón.

-Claro. Venga, vuelve a su casa y lo habláis, da igual que sean las doce de la noche.- asentí, un poco más animado y fui de camino a su casa. Nos esperaba una larga noche.

Actualidad.

-Oye, que esto va para largo.- dijo Oikawa.- mejor que diga otro su historia y ya terminaré esta después.

-¿Ya te has cansado de hablar?- le picó Kuroo, y el castaño le sacó la lengua.- pues bien.- le pasó un brazo por encima del hombro a Kenma y lo acercó a él.- pues nos toca.

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Holiii.

Si, ya sé que os he dejado a medias, pero realmente me había quedado larga esta parte de la historia, así que la he dividido en dos xd, lo siento por eso.

Chiquis, me alegra que os esté gustando este calendario de adviento, de verdad, mil gracias.

Nos veremos mañana con Kuroken, cuidaos y beber awita :DD.

Dulce NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora