Dulce Navidad

Prólogo (30-11)

Las risas y los villancicos se oían incluso antes de visualizar el local donde habían quedado Oikawa, Kuroo, Akaashi, Kenma, Bokuto e Iwaizumi, cada uno con sus respectivas parejas.

Akaashi y Bokuto fueron los últimos en llegar, y para ese entonces, Kuroo iba por su segunda copa, Kenma apenas la había tocado y de vez en cuando le daba sorbitos a la de Tetsurou. Oikawa e Iwa aún no habían bebido nada.

-¡Hey, hey, hey! ¡Chavales!- el capitán del Fukurodani, tan carismático como siempre, llamó la atención de todos, con un brazo alrededor de los hombros de Keiji y el otro levantándolo en señal de victoria.

-¡Colega!- su mejor amigo se levantó de su sitio y fue a su encuentro, envolviéndolo en un fuerte abrazo.
El más bajo de los tres se fue a la mesa a reunirse con los demás.

-Hey Akaashi.- saludó Iwa, mientras sentía las caricias de Oikawa en su mano bajo la mesa.

-Hola, ¿cómo están?

-Por el momento bien, pero espera a que Kuroo se emborrache.- contestó Kenma, con la vista fijada en su juego.

-Ya, creo que no es la mejor idea mezclar a Kuroo y a Koutarou con el alcohol.- ambos se rieron, y a pesar de saber que es la peor idea de todas, siempre acababan cediendo, quizá por masoquismo o porque les gustaba la facilidad de sus confesiones cuando estaban en ese estado.

-¿De qué os reís?- el peliblanco apareció por detrás y se sentó al lado de su novio, volviendo a abrazarlo por los hombros.

-De vuestra poca capacidad para conteneros con las bebidas.- Oikawa apoyó el codo en  la mesa y su cabeza en su mano. Kenma y Akaashi se volvieron a reír y los otros dos se sonrojaron levemente.

-Hablando del demonio.- susurró Iwa mientras veía al camarero colocar dos vasos de cristal delante los recién llegados.- cortesía de la casa, supongo.
Bokuto no tardó en darle un trago bastante grande. Akaashi suspiró y negó con la cabeza. No tenían caso.

-Ya que estamos todos, nos podemos ir.- el más alto apuró su vaso y el de Kenma, le cogió por la cintura y se levantaron.

-Sí, que se hace tarde.