Child

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PDV de Elsa

-De verdad lo lamento– Jack se disculpó por enésima vez.

Rodé los ojos –Jack, te lo dije, por mí no hay problema–

–Pero nuestra cita...– me miró con cierto remordimiento en sus ojos.

–La estamos teniendo– señalé el vaso de Latte en mi mano izquierda –Solo cambiamos un poco la locación– el sonido de risas infantiles nos rodeaba.

–¡Jack, Elsa!– nos giramos al escuchar la voz de Jamie llamándonos –Miren– señaló el muñeco de nieve que estaba en pleno proceso de construcción.

–¿Estas bromeando?– Jack se puso de pie dejado su propio vaso de Capuchino en la banca helada del parque –Tiene que ser más grande– cogió con sus brazos una gran cantidad de nieve y se la adhirió al muñeco de nieve.

El día de hoy habíamos planeado tener nuestra cita tomando una taza de café en una cafetería que acababan de abrir, Mrs. Pott's. Sin embargo, la madre de Jack tuvo que salir a realizar las compras para la cena de Año Nuevo y los niños no podían quedase sin supervisión, así que le asignó a Jack el deber de cuidarlos por unas horas.

–¡Jack!– la voz de Emma lo llamó antes de que una bola de nieve se estampara en su rostro.

La pequeña niña de ojos castaños se rio de su inocente broma y se escondió tras un montículo de nieve junto a su pequeña prima, Sophie.

–Ya verás pequeña Pulga– reí al ver como Jack intentaba devolverle el golpe a su hermana, pero Jamie le traiciono atacándolo por la espalda con otra bola de nieve –¿Dos contra uno?, eso es injusto–

Ambos niños comenzaron a acribillarlo –Ah, no, me rindo, me rindo– se arrodilló levantando las manos, estaba suplicando un alto al fuego.

La pequeña Sophie se me acercó tímidamente con una, pequeña y mal hecha, bola de nieve en sus manos, me la ofrecía con una mirada expectante. De inmediato supe lo que trataba de decirme.

–Ustedes dos estarán en graves problemas cuando lleguemos a casa, esa no es manera de tratar a un adul...– silencié a Jack lanzándole la bola de nieve directo al rostro.

Él se limpió la nieve del rostro y me miró sorprendido –Esperaba esto de todos menos de ti...– me dijo con una falsa seriedad.

Cubrí mi risa con mi mano enguantada.

–¡Elsa es genial!– Jamie me felicitó.

–¿Verdad que sí?, Elsa es la mejor– Emma la apoyó y Sophie brincó con emoción.

–¡Elsa!– la rubia aplaudió con inocencia.

–Los niños siempre dicen la verdad– Jack se puso de pie y se sacudió la nieve de la ropa abrigadora para volver a mi lado.

–¿En serio?– le pregunté con un tono inseguro.

–Puedes apostarlo– el rodeó con su brazo mis hombros y me acercó a su rostro, creí que este sería otro mágico beso, pero me equivoqué.

Jadeé al sentir el frio golpe en mi cara –Jackson– lo miré sin creerlo mientras limpiaba los rastros de nieve de mi cara.

–Ahora, estamos a mano– volvió a acercarme a él, pero esta vez para ayudarme a quitarme la nieve y depositar un pequeño beso en mi frente.

–Supongo que si– decidí que lo más maduro seria no devolver el golpe.

–De verdad te adoran– él me dijo de forma casual antes de darle un trago a su bebida cada vez menos humeante.

Last chancesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora