PDV de Elsa
Ese día lunes había comenzado particularmente mal, ¿Por qué?, por Hans.
El viernes pasado él había sido invitado a nuestra casa a cenar con el fin de darle el beneficio de la duda, Rapunzel y yo creímos que nuestros tíos terminarían estando en contra de la relación al ver la diferencia de edades, pero no solo lo aceptaron ellos, sino que también Punzie. Hans se comportó como el caballero perfecto, envolvió a todos con una sonrisa carismática y una plática amena sobre trivialidades como el mundo de los negocios, las acciones y empresas que poseían su familia, lo mucho que disfrutaba la equitación y el club campestre al que sus padres y mis tíos pertenecían. Solo no logró convencerme a mí y no pude evitar hacérselo saber a Anna, ella naturalmente se molestó, pero algo dentro de mí me llamaba a gritos diciendo que no era buena idea confiar en él.
En conclusión, quedé como la mala del cuento y ahora Anna me odiaba aún más.
Abrí la puerta de mi casillero de golpe haciendo que una hoja doblada a la mitad cayera al suelo, con curiosidad la tomé y la desdoble para encontrarme con la reconocible caligrafía de Jack, su escritura no era fea, al contrario, tenía un estilo único; recurría mucho a las curvas y la exageración de las letras mayúsculas lo que le daba un aspecto un poco travieso... en definitiva iba con su personalidad.
Los lunes son un asco de todas formas, huye conmigo...
Esta mañana le había enviado un mensaje a él diciéndole que no tenía ánimos de lidiar con calculo, me decepcioné un poco al ver que no respondió el mensaje, solo lo había visto, pero supusé que se encontraba ocupado y que me respondería cuando tuviera la oportunidad. Esta era su contestación.
Si eres tan mala como dices ser de seguro aceptaras sin pensarlo mucho, estaré en la azotea.
Me mordí el labio reprimiendo mi sonrisa al leer esto último. Mi cabeza decía que debía ignorar aquella propuesta que podría costarme una semana de detención si éramos atrapados, pero mi corazón decía Solo hazlo. Y como últimamente lo estaba escuchando más a él que a la razón, tomé la decisión sin darle muchas vueltas.
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PDV de Jack
Miré por quinta vez la pantalla de mi celular revisando la hora.
¿En que estaba pensando?, ¿pedirle a Elsa que se salte las clases?, eso en definitiva había sido excesivo de mi parte. No me extrañaría que me dejara plantado, en todo este tiempo solo la había visto faltar a clases por dos razones: enfermedad y depresión.
Claramente recuerdo la vez que Elsa estuvo gravemente enferma de mononucleosis, aquella enfermedad la había dejado postrada en cama por un mes, afortunadamente se había enfermado poco antes del receso de primavera y solo tuvo que perderse las últimas dos semanas de clases. También recuerdo con amargura el día que me ofrecí a llevarle a casa los deberes de ese día; tan pronto llegué al lugar Rapunzel y Anna se dedicaron a torturarme con bromas sobre cómo era algo misterioso el hecho de que Elsa repentinamente hubiera pescado la "enfermedad del beso", no paraban de insinuar que tal vez ella finalmente había encontrado un hombre con los pantalones (en realidad usaron una palabra más altisonante) bien puestos como para besarla... a diferencia de otros. Tiempo después se descubrió que fue Merida la portadora del virus y que Elsa se había enfermado a causa de que la pelirroja tuvo el atrevimiento de robarle una cucharada al helado de chocolate que ella dejó descuidado por unos momentos mientras buscaba una servilleta, si Elsa se hubiera enterado en ese momento de que estuvo comiendo de la misma cuchara que acababa estar en la boca de Merida probablemente hubiera desechado el helado y esterilizado su boca con gel antibacterial, así que nadie dijo nada.
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Last chances
RomanceJack Frost y Elsa se gustan, todos lo saben, excepto ellos. ¿Podran ser capaces de confesar sus sentimientos en su último año de High school?