Capítulo 28

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Avril


Solo ha pasado un día desde que Jo fue a San Francisco a visitar a su abuela, y siento como si pasaran días o incluso semanas. Temo el sentirme acostumbrada a tenerlo siempre a mi lado, pero necesito darle su espacio, así como él me da el mío. Es la manera en la que podremos llevar bien nuestra relación.

Aunque las cosas no han estado bien últimamente, intento poner lo mejor de mí para que eso mejore. No quiero volver a tener problemas o dejarme llevar de nuevo por las drogas y arruinar todo.

He estado trabajando arduamente para terminar el vestido de Violet, la verdad es un vestido bastante lindo; color negro ajustado a su cuerpo de tela brillante, con una sola manga que la hará verse elegante. Necesito alejarme de ella si en verdad quiero que mi vida tome un buen camino. No niego que después de haber consumido lsd por su estúpida broma me dio una ansiedad horrible de volver a perderme como aquella vez. Pero necesito ser fuerte, no quiero caer de nuevo en eso.

Hace un par de horas terminé, solo faltaba que ella llegara y se lo llevara. Y para mi sorpresa ha llegado puntual como me lo dijo en el mensaje.

De acuerdo, es hora de ponerle punto final a esta amistad que solo me ha traído problemas.

—Qué bien que llegas. —Me acerco al perchero donde lo tengo colgado completamente listo—. Aquí está tu vestido, fue un gusto trabajar para ti. Adiós.

—Oye, espera, ¿qué te pasa? —Mientras trataba de llevarla a la salida ella se detiene en seco.

—Necesito que te vayas. No quiero que estés aquí.

—¿Por qué? ¿Ahora qué hice?

—Debe ser una maldita broma —digo entre risas—. Sabes bien lo que hiciste. Tu estúpida broma casi arruina mi relación. ¡Me metiste en un problema grande!

—¿Es en serio? Oye, somos amigas desde segundo de secundaria, no seas ridícula. Además, creo que olvidaste decirle a tu querido novio que fuiste tú la que tanto pedía esa droga, así que solo te di un poco.

—Te lo pedí cuando ya estaba perdida, totalmente alucinada. No cambies la historia.

—Pero no me reclamaste nada. —Me ve con una sonrisa triunfante porque eso es verdad.

No le dije nada de que estuviera molesta, al contrario, estaba riéndome, diciendo que extrañaba eso en cuanto me desperté de mi largo sueño acompañado de una terrible resaca.

—Lo que sea, pero ya no puedo seguir siendo tu amiga —aseguré—. Si quiero que mi relación con Jo funcione debo alejarme de lo que me hace mal, y eso te incluye a ti.

—Como quieras. —Se encogió en hombros—. Pero antes debes ir a mi fiesta. Me prometiste que asistirías y no me puedes quedar mal.

—No —respondí molesta.

Seré tu perdición [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora