Capítulo 24

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Creí que mi vida no sería tan dramática después de haber salido de rehabilitación, pero el tener que ver a mi padre después de tantos años y tratar de remediar sus errores es la excepción.

Lo he perdonado, pero eso no quiere decir que quiera volver a verlo después del daño que le ocasionó a mi madre y a nosotros al irse. No contestó mi pregunta si seguía con esa mujer, pero pensándolo bien no me interesa del todo. Es libre de hacer lo que quiera, no le guardo ningún tipo de rencor.

Esa tarde estaba dispuesto a pasarla encerrado en mi habitación, pero mi hermana me convenció de ir a casa de Giselle ya que sería la fiesta de su madre, así que seguí su consejo y pasé un buen rato a pesar de todo. Me olvidé por completo de lo que ocurrió horas antes, incluso del hecho de que Avril no respondiera ninguna de mis llamadas ese día. Quizás estaba tan ocupada que no tuvo tiempo de responderme.

No sucede nada malo si no nos vemos unos cuantos días. Tal vez hasta cierto punto puede llegar a aburrirse, no lo sé.

Hoy por la tarde he decidido visitarla de sorpresa, solamente espero que esté en casa ya que por lo regular durante este día sale a comprar unas cuantas cosas que necesita para su trabajo. En cuanto me detengo en la entrada escucho un poco de música. Es una señal de que sí se encuentra. Toco el timbre y segundos después abre, nos vemos y sonreímos al mismo tiempo.

—¡Qué sorpresa! —Me toma de la mano y me jala para entrar—. No me imaginaba que vendrías, hace días que no nos vemos.

Al momento de entrar percibo un olor a jabón, ahora que la veo aun lleva puesta su pijama y trata de peinarse un poco el cabello que está hecho casi un desastre. Supongo que estaba ocupada realizando el aseo y he llegado a interrumpirla.

—Lo siento, supongo que estabas ocupada y...

—No pasa nada, ya casi estoy por terminar. —Ambos nos sentamos en el sofá—. Dime, ¿cómo te sientes después de lo que ocurrió el viernes?

Por la mañana le comenté algo de lo que sucedió, no con lujo de detalle como lo estoy haciendo ahora, pero necesitaba desahogarme con ella después de lo que ocurrió. Estaba tan sorprendida por todo lo que le decía, tanto que no mencionaba una sola palabra. Solo estaba escuchando atenta a todo lo que me le contaba. Tengo la suerte de que ella me apoya en todo, sé que puedo contar con ella cuando más lo necesito como en estos momentos.

—¿Crees que regrese? —pregunta un poco preocupada y con algo de nostalgia. Sabe que me afecta demasiado el hecho de que mi padre regresara, así como si nada a nuestras vidas tratando de redimir todo lo que ocasionó.

—La verdad no lo sé, pero si vuelve espero no estar en casa. No le guardo rencor, pero lo mejor es no volver a verlo.

—De acuerdo, lo entiendo. —Suspira—. No sé qué decirte, no tengo un buen argumento en este momento ya que pasamos casi por lo mismo, a diferencia de que mi madre en verdad no quiere verme y ni siquiera conozco a mi padre.

Seré tu perdición [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora