Epílogo

1.6K 72 7
                                    


Un año después.


Pareciera que fue ayer cuando mi vida cambió por completo al salir del centro de rehabilitación donde me encontraba. Pasaron semanas y sentía que mi vida se desmoronaba por los fracasos que estuve atravesando en aquel entonces.

Hoy puedo decir que nada de eso me afecta, que ya todo pasó y que mi vida volvió a la normalidad, si es que puedo decirle así.

Pero no por eso quiere decir que no me pasaron un montón de cosas, claro que sí, incluso cometí uno que otro error, como tratar de ser el de antes; aquel adolescente promiscuo que se acostaba con diferentes chicas cada que se lo proponían.

Ah, claro que sí.

Tuve mi breve encuentro con una chica que conocí en una fiesta que unos compañeros de estudios organizaron por la fecha de Halloween. Admito que no estaba nada mal esa chica; una sexy rubia mayor que yo, no por mucho, solo por tres años. Como solía suceder antes, fue ella quien me propuso pasar un rato de placer sexual y que no sería algo formal, acepté sin problemas. Luego de nuestro encuentro pasional me sentí completamente vacío, refiriéndome a que solo fue eso; acostarme con alguien, satisfacer mi hambre sexual y ya.

Aunque también me quedé vacío de cierta manera por todo el tiempo que llevaba inactivo.

Después de lo ocurrido comencé a recordar a todas las chicas con las que me acosté antes de Avril. ¿En verdad sentía algo al hacer eso? Fue en ese entonces que no le encontré algo bueno a lo que solía hacer, tampoco entendía porque hay tantos hombres que les gusta e incluso es parte de su rutina diaria. Ahí fue donde me juré no volver a hacerlo.

Pero fallé.

Justamente fue en la boda de mi hermano, en la ciudad costera de Laguna Beach, que se encuentra en el condado de Orange, California. Fue en una lujosa propiedad que tienen unos tíos de Isabella a finales del mes de marzo. La verdad me sentía como en una serie de televisión. Ahora que lo recuerdo, sí la hay.

Tuvieron que atrasar su boda debido al embarazo, y semanas después del nacimiento del bebé fue el evento esperado. Ese día llevaba puesto un traje color azul que a la vista de todos se me veía bien, pero me hacía sentir incómodo porque no estoy acostumbrado a portar esta clase de ropa. La ceremonia fue hermosa, incluso puedo decir que sentía que estaba a punto de llorar.

Recuerdo que estaba dando un recorrido por la mansión, cuando noté que una chica bastante atractiva, morena de cabello negro y corto, enfundada en un sensual vestido color beige, me observaba desde que había llegado al lugar. Creí que estaba alucinando hasta que nos encontramos en la cocina mientras buscaba agua, y sin dudarlo dos veces me propuso pasar el rato con ella. No lo niego, en verdad me atraía, tiene buen cuerpo, estaba preparado para la ocasión y aproveché el momento. Nos escapamos a las habitaciones de la segunda planta que estaban vacías y tuvimos nuestros veinte minutos en el paraíso.

No me quejo en lo absoluto, ya que para ser la última vez que tuve sexo con una desconocida no estuvo para nada mal. Después de lo sucedido, de nuevo me prometí no volver a hacerlo y hasta la fecha lo he cumplido.

Así que, desde aquella noche, tengo casi seis meses en abstinencia. Es demasiado difícil, pero lo estoy logrando. He llegado a pensar que puedo volver a ser virgen si sigo así.

—Ey, ¿estás bien?

Escuché la voz de mi hermana y volví a la realidad ya que me encontraba perdido, como siempre, entre mis pensamientos un poco morbosos recordando mis encuentros pasionales con esas chicas. Vi alrededor y después la vi a ella al rostro.

Seré tu perdición [Completa ✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora