Desde que vi a esa chica la he tenido presente en mis pensamientos. De alguna u otra manera debo de tener comunicación con ella, y sé que lo voy a lograr.
No creo que tenga alguna dificultad con eso.
Jamás me he creído un galán. Contrario a lo que las chicas siempre me mencionan, nunca he tenido aires de grandeza por sus palabras. Constantemente me han dicho que soy guapo, atractivo, incluso me han comparado con modelos. A pesar de tener mala fama por ser un adicto, eso no les ha importado.
Creo que es verdad eso de que les gusta los fuckboy y todo eso. Pero no soy así, al menos no he jugado con sus sentimientos como es común en esa clase de tipos.
Tengo que aceptar que he estado con varias chicas, pero nunca he presumido de eso y mucho menos tengo una larga lista de ligues. No he tenido una relación en años, de hecho, desde que empecé en mi vida de delincuente, ya que todo se tornó en un caos y me sería muy difícil manejar un noviazgo.
En estos últimos años solo he tenido encuentros casuales sin tener algo formal. Además, ellas eran las que se insinuaban, jamás las he buscado por lo mismo, no quiero parecer engreído. Siempre que estaba en fiestas había alguna que quería pasar el rato conmigo: «solo quiero sexo y no te buscare más», era lo que mencionaban, y bueno, no podía negarme.
Por un lado, me sentía mal por pensar que solo las estaba utilizando, pero lo superaba al recordar que ellas son las que solían poner las condiciones.
Dejé de hacer eso en cuanto comencé a sentir algo por mi mejor amiga Giselle. Aunque ella siempre me rechazaba sentía la necesidad de respetarla aun sabiendo que no éramos nada. Bien, creo que lo merecía. La verdad ella es demasiado para mí.
Ahora pienso que al menos debí de estar con una chica antes de entrar a este lugar. A este paso siento que volveré a ser virgen.
La primera noche en un sitio que no es mi casa, me fue imposible conciliar el sueño, como normalmente me sucede. No porque Carter roncara, al contrario, es bastante silencioso. De hecho, eso fue lo que me impedía dormir: el silencio.
Parece absurdo, pero necesito aunque sea el más mínimo ruido para dormir mis cuatro o cinco horas. Pienso en tantas cosas en este momento, incluso siento que me falta el aire.
Era un tanto abrumador, ni siquiera los grillos se escuchaban a pesar de que la habitación se encuentra frente al lago artificial. A pesar de que la cama es bastante cómoda no era suficiente para poder dormir.
En casa hay todo tipo de sonidos: los autos pasando por la calle, los perros ladrando, las discusiones de los vecinos. Tengo que admitir que ponía atención a lo que gritaban, aunque no debería de burlarme porque mi madre también gritaba al momento de verme en estado inconveniente al momento de llegar a casa.
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Seré tu perdición [Completa ✔]
Novela Juvenil| Libro 2 de la saga Roces accidentales | Nueva edición . . . Después de estar en rehabilitación por muy corto tiempo, Jo Hartmann vuelve a caer en las drogas luego de cometer una locura con un grupo de amigos. Cansado de la vida que llevaba, acepta...