«Todo a su tiempo», es la frase que he aprendido en este lugar. No solo por las semanas que llevo encerrado, sino por lo que está sucediendo entre Avril y yo.
Creo que me precipité la noche de ayer. En ese momento pensé que entre nosotros ya existía la confianza necesaria para tal vez intentar algo nuevo, veo que no es así. Me sentí incómodo al notar que se alejó cuando me acerqué más a ella, pero después de comprender lo que me había dicho me hizo pensar muchas cosas. Y tiene razón.
No nos conocemos del todo bien, no sabemos nuestro pasado; lo que nos perturba, los motivos del porqué estamos aquí, aunque eso es más que obvio, creo que no hay necesidad de saber el motivo exacto.
Voy camino a la sesión grupal que tengo una vez a la semana. Hasta cierto punto ya soy capaz de tolerar eso, además mis consultas con la señora Rose han salido de lo mejor. Gracias a sus consejos me es más fácil hablarle sobre lo que me sucede y que ella me ayuda de la mejor manera. Eso es algo bueno, siento que estoy progresando demasiado bien.
En cuanto entro tomo el mismo asiento de siempre, estar frente a Steve. En el inicio de este proceso no me agradaba del todo, ahora puedo decir que me cae un poco mejor. Solo hay unas cuantas personas y poco a poco llegan más, veo que hay rostros nuevos. De pronto, Avril entra, nos vemos y sonreímos. Como siempre, toma asiento a lado de nuestro psicólogo, la sesión comienza.
Hay ocasiones en esta reunión que mi mente se pierde por completo, saber que estaré aquí un par de meses más y que no veré a mi familia en navidad es algo que realmente me deprime. A pesar de tener una vida llena de caos siempre hemos sido unidos, todo eso después de que mi padre decidió irse de casa sin dejar rastro. Tardamos en superar todo el desastre emocional que había dejado —además del montón de deudas con las que seguimos lidiando— hemos salido adelante y continuamos como familia "normal" por así decirlo.
El único detalle en todo siempre fui yo con todo mi desastre y dolor de cabeza que les ocasionaba la mayor parte del tiempo en casa.
A pesar de tener a veces una actitud de mierda, jamás me abandonaron, tampoco mis amigos lo hicieron y eso me hace sentir aún peor. Estoy en deuda con ellos, por todas las veces que me han soportado, que han tratado de ayudarme y simplemente los mandé al caño.
Mi mente está devuelta a la realidad, Steve continúa con su charla vespertina del día, mi mente de nuevo se enfoca en las palabras que salen de su boca. En ocasiones logro escuchar un poco de lo que tanto habla, en otras simplemente lo ignoro, aunque finja que estoy prestando atención a todo. Por momentos veo a Avril, trato de sonreírle, pero nos pueden descubrir, solo me limito a eso, a verla.
Hoy lleva su cabello trenzado por un lado, ese suéter gris le queda bien. Veo como juega un poco con sus pies mientras escuchamos todo. Sabía que teníamos algo en común y no solo en actitud; nuestros converse están hechos un desastre, pero así nos gusta usarlos.
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Seré tu perdición [Completa ✔]
Roman pour Adolescents| Libro 2 de la saga Roces accidentales | Nueva edición . . . Después de estar en rehabilitación por muy corto tiempo, Jo Hartmann vuelve a caer en las drogas luego de cometer una locura con un grupo de amigos. Cansado de la vida que llevaba, acepta...