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Jinah 🍯

―¿Otra vez se fue temprano? ―pregunté a la señora Hwang.

―Esta vez ni siquiera lo vi.

«Fantástico».

Había pasado días sin tener señales de vida de Baekhyun, lo único que sabía es que tenía grabaciones y por eso llegaba tarde y se iba temprano, demasiado temprano. El último contacto que tuve con él fue su respuesta a mi mensaje sobre Yixing, y honestamente no me pareció que se hubiese molestado conmigo al respecto.

Eso es genial Honey, me gustaría que todos mis amigos fuesen tuyos también. Espero encontrarte despierta en la noche”.

No sabía qué pudo haber ido mal ya sea por él o por mi causa. Honestamente no creía que esa repentina desaparición fuese gracias a mí. Sin embargo eso sólo me conducía a pensar que su agenda estaba sumamente cargada y que esto sería una nueva rutina para él, y siendo sincera ya lo extrañaba.

No quería llamarlo pues no deseaba molestarlo pero ansiaba escuchar su voz así que dejaba mi teléfono libre a todo momento con la esperanza de recibir una llamada suya.

Me apresuré a bañarme, arreglarme y almorzar. Aunque deseaba quedarme en el departamento con el fin de ver a Baekhyun si es que llegaba, tal pareciera que mis planes distarían de ser esos.

Junhong no titubeó al pedirme que nos encontráramos y la verdad es que no me pude resistir, deseaba terminar cualquier malentendido y lo menos que podía hacer era hablar con él antes de que regresara al campo militar.

Lo último que le pedí a la señora Hwang fue que me avisase tan pronto Baekhyun llegase al departamento, bueno, si es que lo hacía.

Caminé de prisa al café cercano en el cual lo cité, no quería irme lejos del distrito en caso de que mi novio llegara al departamento, ansiaba verlo después de todo.

Al llegar esperé alrededor de unos quince minutos para la hora fijada con Junhong, no me importó demasiado a pesar de que transcurrieron a paso de tortuga por la tortura que implicaba ver la hora en el celular. Lo peor de todo es que no sonaba en señal de mensaje o llamada.

―Hola Jinah.

La voz de Junhong me sorprendió demasiado que me hizo saltar en mi asiento, y la prueba de ello fueron las ligeras risas que él liberó.

―¿Esperabas a alguien más?

Simplemente negué.

Ordenamos un par de cafés helados por el bochornoso calor de aquel día y esperó a que nos llegase nuestra orden para comenzar a hablar. Yo mantuve la vista fija en el vaso mientras movía a un ritmo constante el popote que este poseía.

―Agradezco que hayas accedido a platicar conmigo ―empezó diciendo con una voz demasiado tranquila―. En unos días terminan mis vacaciones y de verdad necesitaba decirte un par de cosas.

Alcé las cejas un tanto sorprendida, que yo supiera no teníamos ningún pendiente. Sólo había algo que nos unía hoy día, Wonhong.

―Supongo que es sobre Wonhong ―susurré deteniendo el popote de lado considerando que el café ya estaba lo suficientemente revuelto―. Tu hermano ¿no?

Subí mi vista a él cuando se mantuvo en silencio y esbozó una ligera sonrisa llena de satisfacción, si es que no me equivocaba.

―Entonces Jimin sí guardó el secreto.

¿Otro secreto? ¿Necesitaba otro?

Liberé un suspiro lo suficientemente cargado y viré mi mirada a la ventanilla del local, esperaba pacientemente el golpe que pudiese llegar de su parte. De Junhong podía esperarme lo que fuese, hablaba mi voz de la experiencia; digo, días posteriores a haber terminado con nuestra relación, declaró que se iría al ejército. Con base en ello ansiaba un golpe mayor.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora