2

609 36 0
                                    

🍦 Baekhyun

Lo bueno de hacer voluntariados es que podía distraerme un poco de las grabaciones, las cámaras y por supuestos de los arduos ensayos de sol a sol. Llevaba unas semanas bastante atareadas con los arreglos para el nuevo álbum por lo que agradecía tener un tiempo libre de usar maquillaje y ropa super costosa que no resultaba para nada cómoda.

En esta ocasión tocaría asistir a una primaria, un lugar lleno de niños correteándose entre sí con los que jugaría y conviviría un rato. Me traía buenos recuerdos de Bucheon, no es que recordaba los justos momentos en la escuela primaria pero vamos, ¿a quién no le hace feliz recordar su niñez en un lugar como este?

Estaba emocionado, honestamente los niños me fascinaban. Cuando escuché los estruendosos gritos y vislumbré los pintorescos colores de la escuela, supe que era el lugar adecuado para invertir mi dinero en modo de donación.

La directora nos recibió a mí y a mi representante alegremente, estaba encantada de ser visitada por un artista de renombre y conocido en toda Asia. Me indicaron que conviviría con el grupo de la maestra más joven que contaba con un grupo de los alumnos más grandes, a lo que no puse queja alguna.

Los pasillos se inundaban de las voces de los niños, algunos repetían las palabras de las maestras en pro de memorizar, otros atentos a sus lecciones o enfrascados en sus apuntes como si ya fueran niños de grados superiores, que era justo lo que esperaba encontrar en el salón al que me dirigía.

Cuando llegamos al salón indicado noté que todo era distinto a lo que mi imaginación había pintado, era casi un desastre. La joven chica corría de un lado a otro intentando controlar al grupo, entre tanto tratando de separar a dos alumnos que parecían haberse peleado y fue cuando decidí entrar para calmar las aguas.

―¡Es Baekhyun de EXO!

Las pequeñas niñas saltaron a la puerta donde me encontraba parado y no dudé en regalar una sonrisa a todos cuando obtuve la atención de todas las niñas. Sin embargo mi atención en ellas se detuvo cuando visualizó aquel rostro perfectamente conocido.

―¡Tú! ―grité sin pensar y hasta la señalé con un dedo acusador, aun cuando sabía que era de mala educación.

La cara de la chica se comprimió al instante que me vio, claro, no esperaba ver a la persona que le robaba sus alientos y por la que actuaba de esa forma.

Esto distaría de ser un buen día, contrario a lo que esperaba cuando me dijeron la agenda de hoy.

―El chico nuevo señaló a la maestra Han.

Escuché que se bufó uno de los estudiantes que parecía haber sido castigado previamente por la chica, el que se estaba peleando con el otro niño.

Ella siguió con lo suyo aunque era inaudito al estar como un desastre. Seguramente era primeriza en esto de dar clases, por algo era la más joven. Se suponía que venía a ayudar a la maestra encargada pero sinceramente era más entretenido ver como la chica sufría.

Noté que en la pizarra había raíces cuadradas escritas, que lo más seguro fuesen parte de su lección del día, fue en ese momento que me interesé por las actividades de los pequeñines. No podía dejarlos a la mitad de una lección.

A regañadientes me acerqué a la joven que tenía una capa de sudor en su frente. Ya de cerca noté que no vestía sus ropas oscuras con las que solía pasar desapercibida, ahora eran colores llamativos que se concentraban en su blusa floreada y pantalones rosa pastel, muy acorde a una maestra de primaria.

―¿Necesitas ayuda? ―pregunté sobre su hombro cuando ella intentaba mantener sentados a los diablillos.

―No, lo tengo bajo control ―respondió sin siquiera mirarme.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora