Candy » Baekhyun

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🍯 Jinah

El producto que dejó la inoportuna llamada de Jimin fue que no pude conciliar el sueño con tranquilidad y eso jamás me había pasado teniendo a Baekhyun durmiendo a mi lado. Ni su presencia podía calmar el estrés que estaba volviendo a sentir gracias a sus fans. Al menos él no tenía idea de ello.

Mi hermana me había rotó el oído diciendo que "¡Cómo era posible que hubiese conocido a Zhang Yixing y no hubiera muerto en ese instante!", eso por un lado; por el otro, había quebrantado mi tranquilidad diciéndome que había un vídeo circulando por internet donde se veía claramente los hechos.

Si de por sí nuestros rostros, que para colmo era el mismo, ya eran bien conocidos en el grupo de admiradoras de EXO, ahora lo era también en el montón de admiradoras que pudiese tener el tal Yixing.

«Estaba frita», me lo repetí hasta quedarme dormida pensando en la única solución: encerrarme en el departamento de Baekhyun antes de morir en el intento de andar por las calles de Seúl.

Intenté concentrarme en lo lindo que lo había pasado con Baekhyun, de verdad que intenté enfocar mi mente en ello a pesar de que lo único que recorría mis pensamientos es que mi privacidad era algo que ya no volvería a tener.

Por el momento lo pude conllevar bien, sin tener que decirle nada a Baekhyun y salvándome a mí misma el pellejo quedándome en el departamento sin arriesgarme a nada.

Agradecía a Jimin que había propuesto llevar a Wonhong a una biblioteca para que pudiésemos estudiar en calma. No había un lugar mejor para hacerlo y allí no tendría que preocuparme por agachar la mirada para evitar que me reconociesen.

Afortunadamente el tiempo corrió rápido y sentía que en gran parte era por la presencia de Jimin allí, pues así Wonhong se concentraba mejor y no perdíamos tiempo divagando en las cosas de alrededor.

Ella claramente sabía cómo manejarlo, con una simple petición logró que nos dejase solas un momento y él salió corriendo a la sección de libros infantiles. Me sorprendía cada vez más esta actitud.

Tras cerrar la computadora que llevaba consigo, se recargó sobre la mesa y me miró con sus ojos inquisitivos.

―Cuéntame, qué tal es Yixing en vivo.

«No por favor».

Rodé los ojos y me crucé de brazos, me acerqué a ella con el fin de no gritar y así no molestar a las demás personas.

―No hablemos de ello ―rogué en un susurro―. Sólo sucedió.

―Eres imposible Jinah ―me regañó y frunció su ceño en su totalidad―. Conoces a uno de los nueve chicos más bellos de toda Corea y no te dignas a contarme todo con detalle.

―¿Uno de los nueve? ―pregunté confundida―. Estás engañando a EXO.

El hecho de que se riera en mi cara me enojó, casi pude darle un puntapié pero sabía que si lo hacía chillaría y no quería que nos corrieran.

―Si me hubieses puesto atención los últimos ocho años sabrías que Yixing es miembro de EXO.

―¡Qué!

Casi se me cayó la cara de angustia al relacionar los hechos. Ahora no sólo sería odiada y detestada por causa de Baekhyun, sino también por ese chico que simplemente me había ayudado. ¡Hasta nos habían visto juntos! Inmediatamente comencé a imaginar como volverían a buscar cualquier forma para fastidiarme, ya veía mi celular llenó de mensajes de odio.

Debía decirle a Baekhyun lo que sucedió pues probablemente ese chico ya se lo había comunicado. Claro, era posible que él ya lo supiera y yo le estaba ocultando la verdad. Esperaba no se molestase conmigo cuando le dijese que había aceptado ayuda de un desconocido que sorpresivamente era uno de sus compañeros.