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🍨 Jinah

Baekhyun llevaba dos horas conduciendo hasta el norte del país. Fue el tiempo casi justo para hacerme la idea de que conviviría todos los días festivos al lado de la familia Byun, casi nada.

Era bien sabido que cuando conocías a tus suegros y a toda la familia era porque se trataba de una relación formal, la cual se esperaba que después de eso caminaran directo al altar. Por la descripción que me había dado durante los meses y días previos, su familia tenía esas ideas arraigadas. Contrario a lo que sucedía en Seúl.

Cuando conocí a la familia Choi, ni Junhong ni yo pensamos en que nuestra relación avanzara lo suficiente como para llegar a esos extremos. Si de algo estaba segura es que Junhong hubiese preferido avanzar profesionalmente antes de formalizar una relación, y lo mismo sucedía conmigo en aquel entonces.

Ahora esa descabellada idea no me parecía tan descabellada como antes. Baekhyun no lo había mencionado ni lo haría pero yo le dejé en claro que también me agradaba el hecho de estar a punto de coexistir con todos sus familiares.

Tampoco es como que fuese una familia demasiado grande. Una pequeña parte ya la conocía, su hermano, sus padres, su sobrino; sólo me faltaba su cuñada y su abuela, importante punto. Al parecer también llegarían en los días posteriores demás miembros de la familia, pero sólo los que había enlistado seríamos dignos de hospedarnos en la casa de la abuela Byun. Así que sí, estaba ansiosa de que algo malo sucediese.

El paisaje montañoso se iba haciendo mucho más frecuente en el panorama, en poco arribaríamos al hanok de su abuela y mis piernas temblaban de nervios.

Mínimo Mongryong no venía con nosotros, Sehun había accedido a hacerse cargo de él. Y digo mínimo porque si no venía era por las náuseas que le hubiese producido el viaje, no obstante la que tenía el estómago revuelto era yo.

―Tranquila, le encantarás.

Intentaba calmar mis nervios desde que salimos de Seúl, pese a tantos intentos le agradecía con una diminuta sonrisa y asentía.

―Quiero verte cuando estés a punto de conocer a mis padres ―susurré.

Baekhyun tragó grueso y simplemente rio.

Él la tenía fácil, con encantar a mi papá bastaba. Yo en cambio iba nadando contra corriente. Tanto sus padres como su hermano sabían que vivíamos juntos y eso claramente alguien como su abuela o alguien que recién me conociera lo vería absolutamente mal. Tenía razones de peso para estarme mordiendo las uñas.

No tardando una típica casa coreana bastante amplia para mis ojos apareció frente a nosotros. Realmente era una preciosa casa y todo su alrededor era verde, se podían divisar cultivos alrededor y la montaña de fondo. Baekhyun tenía razón cuando dijo que la vista adonde sea que uno voltease era fantástica.

Como buena casa de provincia las puertas estaban abiertas de par, se escuchaban voces en el interior y gracias a esto, nuestro arribo no fue necesario de anunciar. Todo mundo se podía dar cuenta de la llegada del coche de Baekhyun.

―¡Tío Baekhyun, tía Jinah!

La voz de Beomgyu fue la primera que sonó cuando nos bajamos del coche. Corrió a darnos un abrazo a ambos y nos tomó de las manos para que lo siguiéramos al interior de la casa.

Todavía no bajábamos las maletas y ya estábamos siendo arrastrados por el pequeño.

Lo primero que se veía al entrar era el patio principal, el cual estaba rodeado de las distintas habitaciones que la componían. Las únicas que vi abiertas fue la cocina y el salón principal, evidentemente las otras cuatro puertas cerradas se trataban de recamaras o baños.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora