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🐝 Baekhyun

Con todo y todo podía decir que estaba más animado, no lo negaría, tenía a las personas más amorosas y las que mejor me cuidaban a mi lado, y muy aparte de ello el doctor Kang me dejó tranquilo tras decirme un montón de cosas positivas sobre la cirugía. Entre que había sido una operación sencilla hasta el hecho de que los nódulos no eran tan grandes, me tranquilizó y eso que todavía tendría que pasar una semana para antes de poder escuchar mi voz nuevamente.

Pero lo importante era esto, estaba muy feliz por otras razones. No todos los días te dicen que tu mejor amigo se va a casar y obviamente tendría que ser el padrino de boda.

Tras haber visto el gran anillo en la mano de Sunbin, mi mente comenzó como loca a planear todo. Jamás hubiese imaginado que ese orejón de mi amigo podría casarse así de repente, ya era suficiente con Jongdae y su sorpresivo embarazo e igual me había puesto como loco cuando tuvimos que planear la fiesta de la llegada de su niña, pero ¡una boda! Esto era grande y como sabía que la ocupada de mi futura cuñada apenas y podría encargarse de ello, tendría que ayudar en todo a Chanyeol, como deber del mejor amigo.

Tanta fue mi emoción que cuando cayó la noche, le rogué a la dulce Jinah que me pusiera en mi tableta el programa de We Got Married, tenía que tomar en ideas de donde fuesen para armar esa celebración. Claro que todo esto no lo podría hacer en caso de que tuviese actividades de EXO pero vamos, el grupo estaba a la mitad, por eso mismo yo había sacado un disco de solista, así que tendríamos el tiempo de planear algo magno (igual que las orejas y ojos de Park Chanyeol).

"La dulce Jinah", así era como mi mamá la describía hace muchos ayeres cuando intentó que yo conociera a mayor de las gemelas Han. Obviamente que de haber visto su rostro quizá hubiese aceptado a presentarme con ella, probablemente hubiera habido una remota curiosidad de mi parte pero mi madre limitó la información y simplemente quería llevarme con una futura yerna. De haber sabido que nuestros caminos se volverían a cruzar, probablemente la historia ahora sería otra y yo, tal como mi madre lo deseaba, sería el que estuviese comprometido.

Pero la historia era completamente distinta, tampoco es que me disgustara mi presente, de hecho todo lo contrario. Ahí tenía a la dulce Jinah a mi lado, cuidándome tal como me lo prometió, consintiendo mis caprichos al pie de la letra y todavía me preguntaba cómo no se cansaba de mí siendo alguien tan demandante.

Desde que había puesto un pie en la habitación, no se movió más que para ir en cuestión de veinte o menos minutos a comer y para el sanitario, aunque lo tenía incluido la habitación gracias a que estaba en el lado privado del hospital. Fuera de eso, se mantuvo sentada a mi lado cuidando que no tuviese la mínima molestia. Si esta era la Jinah del pasado, comenzaba a entender por qué mi mamá la quería como nuera.

¿Qué cosas pensaba? No lo sé pero no me haría de la vista gorda, sus atenciones me atraparon desde el momento que comenzó a vivir a mi lado y ahora las sentía mucho más dedicadas a mí. No podría negar que me gustaba ser su centro de atención y que no viera más allá de mí.

Intentaba no pensar en el hecho de que me había mostrado tan frágil que pude haberle causado lástima sin embargo Jinah parecía no importarle aquello, nunca bajó la guardia de brindarme sonrisas tranquilizadoras y eso me calmó. Quizá no le parecía tan patético como lucía.

En la privacidad que brindaba la habitación del hospital me sentía en la confianza de hacer cualquier cosa que había reprimido antes de caer la noche. Previamente había tenido muchas ganas de tocarla y sentirla a mi lado pero me había contenido pensando que alguien nos pudiese estar vigilando y también porque estaban mis padres presentes.