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🥠 Jinah

Carteles de odio, acoso y que me siguieran hasta mi casa era el pan de cada día. Estaba hasta la coronilla de aquellas chicas que me hacían la vida meramente imposible. ¿Cuándo mi vida se había vuelto tan complicada? La peor parte provenía de los mensajes de Bubble, ninguno de Baekhyun obviamente pero sí de sus locas fans. Era casi obvio lo qué ocurría.

Mi información se había regado lo suficiente como para que sus admiradoras me hallaran y atacaran por algo que no tenía idea de haber hecho, más bien Jimin lo había hecho, no yo. Estaba convencida de que era producto de sus acciones por lo que la pregunta que cabía hacer era "¿dónde estaba y por qué no me había hablado?". Tan pronto la viera, la iba a golpear, eso seguro.

Intentaba ser paciente, de verdad que había intentado controlarme durante la última semana pero todo tenía un límite y si continuaban, lo hallarían.

―La directora quiere hablar con usted, maestra Han ―me avisó una de mis compañeras a la hora del receso.

Hasta el final de la jornada no dejé de pensar en todo lo que mi jefa pudiese quererme decir. No era paranoica pero sí ansiosa y curiosa, tanto que no me dejaron de sudar las manos hasta que me senté frente al escritorio de la dirección.

―Tengo que prescindir de usted.

Todos los halagos previos, todos los agradecimientos anteriores se fueron al caño cuando comprendí que había perdido mi trabajo, el de mis sueños, donde ya no era una simple suplente. Por fin había tenido la oportunidad de hacer lo que quería y me la habían arrebatado de las manos por una estupidez.

―Me las vas a pagar Jimin ―murmuré para mis adentros cuando por fin logré poner un pie dentro de mi hogar.

Hogar que se había invadido de paquetes perversos llenos de mensajes de odio de las locas adolescentes. Ni me molestaba en abrirlos y los lanzaba directo a la basura municipal.

Tras comprender lo odiada que era por media Corea del Sur sentí una rabia total, no hacia las chicas, ni siquiera tanto hacia Baekhyun sino hacia mi pequeña gemela. Gracias a que había intentado protegerla de él y gracias a que había intentado ser una buena hermana para ella, estaba pasando por todo esto.

Tal vez si lo dejaba pasar ellas se cansarían, quizá si lo ignoraba y me hacía la fuerte lograría salir adelante pero ¿a quién engañaba? Había perdido mi trabajo y ahora era una desempleada que no tendría con qué pagar el alquiler de mi estudio y volver a la casa de mi familia no era una opción muy atractiva.

🍦 Baekhyun

―El guardia de seguridad dice que hay una chica sospechosa en la entrada ―me informó Chanyeol tras colgar el teléfono del departamento.

Estaba indeciso entre si enfrentarla directamente o llamar en ese preciso momento a la policía. Ambos llevábamos un buen rato dándole vueltas a la situación que estaba viviendo en este momento.

Ante mi nula respuesta, mi amigo orejón se atuvo a observarme un buen rato mientras yo pensaba una y otra vez en mis posibilidades. Jamás había estado tan pensativo y atrapado en un dilema.

―¿Qué quieres hacer?

Me había afectado en demasía esos últimos días, qué decía días, ¡semanas! Ni siquiera pude disfrutar con tranquilidad mi regreso a los escenarios por estar pensando en qué nuevo rumor saldría colado en las redes.

De sólo pensarlo me enfurecía, mis nudillos estaban blancos de tanta presión que les ponía, pequeñas marcas de mis uñas estaban marcadas en las palmas de mis manos. Seguramente las orejas de la chica ardían gracias a mis pensamientos.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora