21

398 26 10
                                    

🍯 Jinah

En el momento que mi piel tocó el agua, no quise separarme de esa sensación, era sumamente placentero tener ese panorama frente a mis ojos después de tantos años. No quería irme nunca y estaba dispuesta a disfrutarlo por las siguientes horas.

Baekhyun se alejó un tanto de mí por un rato, me preguntaba qué era lo que buscaba con tanta atención en la arena pero después de darle vueltas a su imagen, volví a concentrarme en la calma del mar. Estaba sentada junto a nuestras cosas, en donde con trabajo el agua podía alcanzar y con esa imagen frente, comencé a sacar múltiples fotos, entre esas a mi acompañante.

Me coloqué la gorra que Baekhyun había traído pues el sol comenzaba a lastimar, por lo que también cerré los ojos para disfrutar de los ruidos de la marea. Era una sensación asombrosa y esperaba que se repitiera muy pronto.

―¿Duermes?

Su pregunta me sobresaltó y abrí los ojos de par en par ya que habían pasado varios minutos en los que sólo escuchaba los ruidos de la naturaleza. Lo tenía allí de frente prácticamente pegado a mi rostro que casi brincaba para alejarme pero algo me detuvo.

Mi mano fue tomada por la suya pero en vez de sentir su suave piel, había algo rugoso entre ellas. Bajé la mirada y me encontré con las típicas conchas de mar que se hallaban regadas por toda la playa. Lucían muy bonitas y agradecía ese dulce detalle.

―Son para ti ―soltó unas más ante mis ojos que tenía guardadas en su otra mano. Me hizo sonreír por su ternura―. Me parecieron casi tan lindas como tú.

Volteé a verlo algo estupefacta por su afirmación, parecía muy honesto al decírmelo con sus ojos clavados en los míos y el hecho de que con estos visualizara cada parte de mi rostro, me hizo temblar de miedo. ¿Cuáles podrían ser los límites de cada uno?

Mi mente dejó de cuestionarse cuando Baekhyun me indicó que lo siguiera a otro punto de la arena. Me extrañó que cubriera mis ojos pero también me causaba gracia que tuviera una sorpresa para mí.

―Cuando te descubra, mirarás hacia abajo ¿de acuerdo?

Asentí con una sonrisa, jugué con las conchitas que tenía entre mis manos y después de escuchar un suspiro suyo, me permitió ver su sorpresa.

"Déjame quererte mi Honey, tu Candy".

Unas letras trazadas en la arena adornadas por muchas conchitas hicieron que mi corazón revoloteara. Tan pronto lo leí, me di la vuelta esperando verlo detrás de mí, en su cambio estaba cerca de la orilla.

Quería quererlo, quería demostrarle mis sentimientos crecientes hacia él pues con detalles como los de todos los días era imposible no tenerlos. Entre más pasaban los días, más conectada me sentía con Baekhyun y quería que no hubiese ninguna barrera entre nosotros, de verdad deseaba poder quererlo sin preocupaciones de ninguna índole.

El hecho de que se sintiera de la misma forma no hacía más que incrementar el alboroto de mi corazón cuando lo tenía junto. Era inevitable que alguno ocultara lo que sentía, en este punto lo único que debería de preocuparnos éramos nosotros mismos.

Tendría que estar loca, ser muy egoísta para llevar esto adelante, por el otro lado sentía que si lo evadía, sería mucho más egoísta conmigo misma que con los demás. Incluso si no lo aceptaba también lo lastimaría y era lo último que quería.

Tras tomar una bocanada de aire, caminé a paso lento hasta llegar con Baekhyun. Cuando estuve detrás suyo, hice lo que hace días venía anhelando y era de mis sensaciones favoritas, abrazarlo por detrás para estrecharlo a mi cuerpo, me gustaba sentirlo de esa forma. Y en un acto de locura me puse de puntitas para estar por completo a su altura y poder depositar un beso en su cuello, justo en ese lugar donde tenía uno de sus pequeños y sutiles lunares.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora