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Jinah 🍯

¿Había comentado lo bien que lucía Baekhyun al manejar? Bueno, pues lo hacía. Aun con el cubrebocas y los lentes de sol que lo cubrían, era una imagen digna de admirar y contemplar durante toda la mañana.

No me di cuenta de que durante el camino hacia la escuela de Beomgyu lo iba observando mover el volante y la palanca de velocidades con demasiada atención, hasta que Baekhyun volteó y soltó unas leves risas que me hicieron sonrojar.

A pesar de que su atuendo le disminuía al menos cinco años, el ir con su sobrino jugueteando con Mongryong en la parte de atrás, y nosotros por delante, me causaba una extraña sensación de hallarme con una verdadera familia. Mi imaginación terminó imaginándose formar una familia con la persona a mi lado pero rápidamente deseché la idea y me concentré en el presente.

Habíamos arribado a la escuela con suficientes minutos de antelación aunque no tanto ya que en las banquetas y en las calles comenzaban a transitar las personas que iban también a la escuela o a sus trabajos. Fue una fortuna que hallase donde estacionarse sin embargo no esperaba que se bajase con nosotros, sería muy arriesgado.

Se alzó los lentes de sol y volteó a buscar la mirada de su sobrino.

―Diviértete en tu último día y no prestes mucha atención ―le dijo con una sonrisa total que pude notar bajo la mascarilla.

Después de comprender sus palabras, le di un leve empujón en su brazo y este comenzó a reír.

―Claro que sí tío ―accedió el pequeño bastante gustoso.

Baekhyun rio junto con él y se volteó a verme con unos ojos llenos de cariño, fácilmente podría derretirme en sus brazos si me lo pedía.

―Éxito en la entrevista, lo harás muy bien.

Me encantaba la dulzura de sus palabras y no sólo era eso, sino el estar a mi lado sin importar que fuese lo más arriesgado para ambos.

―Gracias Baek ―murmuré con una sonrisa que lo contagió de inmediato.

―Cierra los ojos Beomgyu.

Giré mi mirada a su sobrino y este se cubrió rápidamente los ojos, estaba muriéndose de risa y yo moría de confusión.

Sin embargo bastaron un par de segundos para que las manos de Baekhyun descubrieran su rostro y sus labios me dieran un beso bastante rápido pero muy cargado de amor y ternura. Fue la despedida más bonita de todas definitivamente.

―¿Y por qué vienes tú también, tía? ―me preguntó Beomgyu tras haber cruzado la puerta de su escuela.

Adoraba a este pequeño porque aun cuando ya pertenecía a la mitad mayor de la primaria, no dudó en sostener mi mano para caminar a mi lado.

―Porque tengo que hablar con la directora ―respondí con una sonrisa.

―¿Sobre mí? ―cuestionó sonando algo alterado.

Reí por su reacción y negué. Me agaché un poco para quedar a su altura y deteniéndonos en el edificio principal, ya que sería la hora de separarnos.

―La directora quiere que dé clases aquí el próximo año, por eso me quiere conocer ―completé diciendo con una sonrisa de oreja a oreja, que velozmente lo contagiaron.

―¡Serás mi maestra!

Más sonó a una afirmación que una pregunta, me decepcioné por tener que negar así que planeé una respuesta más favorable para su emoción.

Candy » BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora