Culpa [22]

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El baile había sido magnífico, pero mi rostro apagó mi alegría al regresar a casa, mi abuela me esperaba en el comedor, aquella mujer de la tercera edad podía ir a una guerra y mantenerse viva, mientras mi hermana estaba sentada junto a mi padres, mantuve mi mirada fija a la comida.

—Como estuvo el baile - preguntó mi papá -

—Excelente

—Formalizaste una relación con el hijo de los Gremory? - preguntó mi abuela -

—Si...abuela.

—Muy bien, era de esperarse de mi nieta.

Seguímos comiendo tranquilamente, me sentí aliviada, nadie hablaba y no escuchar a nadie me satisfacía, pero eso cambió cuando mi abuela dio unas noticias del palacio real.

—Encontraron al príncipe? - preguntó sorprendido mi padre-

Todos en la mesa lo estábamos, aquel príncipe desaparecido había sido encontrado al fin y estaba vivo.

—Me pidieron hacer el testamento del rey, no sólo eso querida familia, hay una heredera. - sonrió -

—Dices que tuvo una hija con aquella pueblerina? - cuestionó mi madre-

—En efecto, aún no sabe de su título así que me imagino que vive como un ciudadano más en esta ciudad - dijo-

—Ah de ser de una familia honorable con grandes bienes - añadió papá -

—No se sabe hijo, terminemos la cena, Leila está cansada y no se ha cambiado la ropa.

Cuando terminamos la comida, me dirigí a mi habitación, preocupada, no solo no había visto a Amelia, sino que desapareció de un momento a otro del baile y me besé con su mejor amigo para formalizar nuestra relación.

—Odio esto

Escuché que alguien tocaba la puerta de mi habitación, pensé que serían mis padres para disculparse por no interponerse en contra de que Víctor y yo fuéramos novios, no abrí y seguí acostada en mi cama apreciando el techo color celeste de la habitación junto con las nubes pintadas que yacían para darme una mejor vista.

—Hey idiota

—Agh

Me levanté y dirigí a la puerta con pesadez, abrí y allí estaba, con la misma tonta expresión de siempre, me empujó para así entrar a mi habitación donde se dispuso a tirarse en mi cama.

—Como te sientes

—Tu como crees...

—Besa genial? - maldita loca-

—Eso no te interesa

—Así que sí lo besaste...y yo que creí que te gustaba Rosie

—Me gusta Rosie - afirmé -

—No lo parece.

—Esto es tu culpa - dije molesta-

—Es mi culpa que seas una lesbiana? - frunció el ceño-

—Es tu culpa que se hayan enterado!

—Y yo como iba a saber que estaban detrás de esa puerta!

Lo recordé claramente, mientras ella me molestaba con mis sentimientos, aquella mujer de avanzada edad estaba detrás de esa puerta, de esa maldita puerta y escuchó todo, maldigo el día en que se compró esos audifonos debido a su falta de audición.

—No es mi puta culpa

—Claro que lo es! Tú y tú jodida actitud molestosa!

—Pues al menos yo no digo que estoy enamorada de alguien y me besuqueo con el primer chico que me mandan a tener una relación "estable" - me estás colmando la paciencia mocosa-

Dulce PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora