Ecos del Pasado[4]

34 5 7
                                    

Hechos vividos y narrados por Amelia Rosie Gates Sanders...

No era nueva aquí, es más, estuve aquí desde que tenía seis años y aquel jardín de niñas era parte de esta institución, al estar allí pasé directo aquí sin ningún problema... Y aún así, estoy nerviosa en mi quinto "primer día de clases" la primaria me atemorizaba, significaba que cada día me volvía menos niña y más adolescente y más adulta, estaba tan nerviosa que entré última a mi aula asignada y me tropecé... Con mi propio pie.
Como era de esperarse las demás solo rieron y la chica que entró conmigo me ayudo a levantarme, al ser las últimas era obvio que las miradas iban a nosotras...después de mi "súper" entrada, los primeros asientos estuvieron ocupados que tuve que tomar uno que estaba atrás, muy atrás. Nuestra tutora era muy alegre y hermosa, pero aún así no me animaba y seguía con mi mal genio, como supuse, nos pidió que nos presentaramos, no quería ya que fui la torpe que se cayó sola, tenía miedo de pararme y decir mi nombre, "y si me sale mal?" "Y si hago demasiado ruido al pararme?" "Y si me confundo o se me traba la lengua?" Mi cabeza estaba en un embrollo, tenía suerte de que era última en presentarme... Espera, ¡eso lo vuelve peor!.

—[Tierra tragarme viva...caray di algo rápido] -pensé, las chicas me miraban y la maestra insistía que hablara - Mi nombre es Amelia, Amelia Rosie Gates Sanders...

Dije mi dirección y mi color favorito, no le veía la necesidad de comentar algo más sobre mi, como mi comida favorita o mis pasatiempos, sabía que eso a nadie le interesaría. Como primer día, las clases solo eran momentos en los que la tutora nos explicaba nuestra rutina y horarios, aburrido... Pero era mejor que estar en casa, a nada.
Me sentía rara puesto que alguien a mi costado me veía, no entendía porque lo hacía pero quería pensar que solo estaba en su campo de visión.

Como entraba casi última siempre, los buenos asientos eran ocupados y sólo me tocaba sentarme atrás, aunque no era malo... Aquella chica que me veía aquel día, se sentaba cerca mio, no me importó se veía que le gustaba sentarse atrás, donde los maestros no ven con claridad si estas o no atenta a su clase o si estas dormida o leyendo. No hablaba mucho con las personas y me encerraba en mi propio espacio, hasta que...

—Ey...Rosie cierto?

-Levanto mi mirada-Ah... Si, porque

—Tus amigas me dijeron que te ayudara con tus notas... -Dijo sin apartar la mirada de mi-

Era la misma chica que me veía con tal atención en ciertos momentos y de reojo, como lo sé? Pues además de haberla pillado una que otra ocasión, se siente cuando alguien te mira, será que solo a mi me pasa? No conocía su nombre y sinceramente nunca la había visto antes que no fuera ese año, aquellas amigas que ella mencionaba, eran las únicas que conocía y al ver mis pésimas notas junto con mi poca participación en clase, decidieron pedir ayuda, algo que no pedí.

—No es necesario que lo hagas-Dije así no más

—Muéstrame la última práctica de matemática-Dijo seria-

—Te dije que no es necesario...

—Rápido -Chasqueo los dedos, se veía molesta, por lo que no tuve opción a hacer lo que me pedía -

Abrió con cuidado el papel doblado y me lo dio, se fue a su carpeta que no estaba lejos de la mía y me llamó a sentarme allí, sacó una hoja y me prestó su lápiz, preparó unos ejercicios e insistió a que los resolviera.

—Eres muy lenta-Su rostro estaba muy cerca, ella se agachó y se acercó más a mi, su presencia me incómodaba y no podía pensar con claridad, como era receso, fue a la pizarra tomó la tiza y resolvió el ejercicio que me puso allí en menos de un minuto - Es fácil, como yo terminé rápido.

Dulce PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora