Comenzando de Cero [46]

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Narradora:

Una cabellera castaña caminaba en medio de los reporteros que, después de tal declaración del doctor a cargo, se enteraron al fin del estado de la princesa Rosie con un solo pero pequeño detalle, el tema de la pérdida de memoria fue evitado para que no hubiera problema alguno y más movimiento. Así lo quizo el consejo real que insistía también en llevarla al palacio para su pronta recuperación, petición que fue rechazada por el rey que no se arriesgaría en que su hija empeore o que aquel grupo la usase estando en su peor estado.

—Oh, Leila eres tú - encontró a Neriet cerca del ascensor-

—Hola - dijo para luego entrar a aquel espacio incómodo -

—Tienes una cara de los mil horrores - expresó con gracia-

—Quien amo perdió la memoria, que cara quieres que tenga - dijo con una clara molestia en su voz-

—Bueno, después de rechazarla no creí que seguirías diciendo que la amas.

—Dejame en paz - dijo para luego cruzarse de brazos y apoyarse en el espejo-

—Amargada

—Bruja

Cuando el ascensor llegó al décimo piso, Neriet aceleró el paso para llegar a la habitación 421 donde encontraría a Amelia, creyó que serían las únicas debido que el padre de la joven se quedó en el palacio por asuntos político-económicos.

—Neriet - saludó Sistine al verla -

Se veía muy alegre y la princesa sabía el porqué, a lo lejos se escucharon pasos rápidos, había alguien corriendo en los pasillos o eso pensaron.

—S-Sistine? - dijo con temor al ver a la mejor amiga de su ex novia-

—Vaya, al fin te dignas a aparecer

—Estuve ocupada

—Claro, quejandote con Jules y tu pobre hermana que está más estresada que un pre universitario para medicina.

—Ya estoy aquí eso es lo que importa - la confrontó -

—Neriet entrará, se tu misma - le sonrió -

La princesa asintió con la cabeza y la puerta fue abierta por un de los guardias, entró y la de tez trigueña pudo visualizar a Amelia mientras andaba perdida mirando hacia el balcón.

—No le han quitado el vendaje aún?

—No - mostró seriedad-

—Que bipolar eres

—Dañaste a mi mejor amiga, quien diablos rechaza a alguien como ella

—Una idiota

—Vaya, al fin dices algo en lo que coincido. Preferiría a que ella le propusiera matrimonio a un chocolate con maní a que a tí.

—Wow vaya cariño me tienes - usó sarcasmo-

—Confíe en ti Leila, dos veces

—Agh pero que dolor de oídos eres

—Mira, no intentes nada estúpido mientras Ami esté en este estado o juro que haré todo lo que esté en mi poder para que tus padres te manden a Noruega

—Que miedo tengo - habló con desánimo y sacó su celular-

Internet estaba inundada de Amelia, fotos y más fotos con artículos de ella por todas partes, videos y comentarios de los "fans".

A pesar de que se creía en el olvido, seguían buscando a la doncella misteriosa que robó el corazón de una de las solteras más codiciadas por el mundo, si, el mundo. Si aquella chica estuviera en un edificio con gente LGBT sería muy adulada y perseguida.

Dulce PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora