Satisfacción [31]

29 7 38
                                    

—Ejem!

Ambas volteamos a ver alteradas, alguien nos había descubierto y estaba segura de que no tomarían a bien que dos chicas estén en una posición íntima. Pero allí estaba, un hombre alto usando lentes oscuros y un traje negro, vestía muy formal.

—Encontré al paquete - habló por su comunicador-

Se acercaba a nosotras a paso lento y Amelia con una mirada de tristeza me pidió que me alejara, no entendía que pasaba pero de igual manera me levanté de inmediato, era incómodo si alguien más estaba viendo.

—Señorita Amelia, le pido que venga conmigo por favor.

—Ella no irá contigo que qu-

Fui interrumpida por ella, sentí su mano tomar mi hombro y al verla allí estaba, esa mirada neutra de la secundaria, esa expresión sin emociones que la hacían ver como una chica rebelde y reservada, vi como se iba acercando a aquel hombre, volteó a verme mientras caminaba lejos de mí...de nuevo, me brindó una pequeña sonrisa.

Ahora solo me quedaba el recuerdo del tacto de sus labios, suaves y dulces tal como me los imaginaba, al sentir que me correspondía no podía ser más feliz, quería que se quedara, que estuvieramos allí todo el tiempo, que nunca volvamos a alejarnos,pero...

"L-Lo siento..."

Fue lo que dijo al pedirle que estuviera a mi lado, que podía pensar que podía decirle, de todas maneras nos interrumpieron y solo se la llevaron como si nada quien era el tipo y a que se refería con paquete en que lío se metió Amelia Gates, lo mas importante...eso tiene que ver con su cambio de actitud?

Solo podía pensar en ella, siempre fue ella...cada beso, cada apodo que Víctor me daba no me traía la satisfacción que Amelia me dió en tan solo unos pocos minutos.

Víctor no era Amelia y eso fue lo que dolía...

Tomé mi mochila que estaba tirada en el sucio suelo, pensando en mi amada, mientras salía del frío lugar detrás de las gradas con una sonrisa de lado a lado, mi caminar era tan rápido que sin notarlo llegué a la entrada del gran edificio y a lo lejos pude notarla, un ceño fruncido su rostro colorado hablando con enojo con la persona dentro del auto...quien era y porque ahora la querían meter a la fuerza al auto. Cuando estuve apunto de acercarme, Amelia solo quitó las manos de aquel hombre de sus hombros lo fulminó con la mirada y este solo retrocedió, ella entró al auto no demoró mucho para que luego se pusiera en marcha.

—Después de tanto tiempo...sigues siendo un misterio.

Caminé por la calle mientras mis oídos eran inundados de música, las personas iban y venían, pasé por aquella pizzeria a la que iba con Víctor, para mi buena fortuna ya no somos pareja ya no tenía el miedo de dañarlo al aceptar ser su novia y ser infiel de pensamiento.

Mi celular sonó, la vibracion del mismo me hizo salir de mi mundo, al responder era Jules, al parecer quiere que nos veamos para ver una película en mi departamento, ahora que somos mayores, los de nuestra edad tenían departamento propio para alejarse de las reglas de sus padres, yo no era la excepción, esa mujer a pesar de ser mayor de edad, esta viviendo más que mi última mascota.

Mis padres la convencieron de que me deje ir a vivir independientemente, un alivio grande fue cuando aceptó y ahora disfruto de un espacio grande para mí sola, a veces cuando Britany no soporta a la abuela viene aquí a pasar unos días.

—Quieres que lleve tus chocolates favoritos? - pregunté a través de la llamada-

Recibí una respuesta afirmativa así que fui directo a la tienda más cercana para comprar unos snacks y bebidas.

Dulce PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora