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Narradora :

Habían llegado tarde, todo estaba hecho y las fotos ya estaban tomadas y publicadas, miradas de burla, sonrisas sinicas y maliciosas al rededor de la joven, su temblor no era notable, su temor no lo mostraba, pero allí estaba...levantandose lentamente del suelo mientras su nariz mostraba un leve sangrado "Te lo mereces, basura" fue lo dijo una del grupo, sus risas tumbaban su cabeza, que había hecho ella para merecer tal cosa? Pasos se oyeron a lo lejos y el grupo problemático se alejó con velocidad de la víctima.

Horas antes de incidente:

Leila Turner iba animada a su salón, la semana había pasado rápido y ya era de nuevo lunes, les tocaba deporte, era día de usar polo y el buso deportivo, se sentía bien no llevar falda.

Saludó animada a Sistine quien por supuesto había llegado temprano, Jules no llegaba aún, se le hacía raro, pero lo dejó pasar, tal vez se quedó dormida, luego de inspeccionar cada rincón del pabellón y de su salón con la mirada, se dió con una sorpresa.

—Amelia aún no llega? - preguntó curiosa, ella no era de demorar-

—Estoy tan sorprendida como tú, se le han pegado tus costumbres - rió ante lo dicho, mientras que la contraria la miraba con reproche-

—Que graciosa, creí que venían juntas...ya sabes, viven en la misma calle.

—Mi papá solo nos trae y recoge cada que está desocupado, hoy no fue uno de esos días - explicó -

El timbre sonó, días atrás la directora dijo que ya no era necesario formar en el patio, por lo que ahora todas entraban a su salón, aún sin señales de su amiga, no tuvieron opción y entraron, dejando de mirar aquel portón.
Estaba preocupada, porque no llegaba, le había pasado algo? Leila no se quitaba el hecho de que era muy raro ver a Amelia Gates tardar, pero una vez no hace daño.

—Buenos días señorita Gates, veo que morfeo no la dejó despertar - habló la profesora de historia-

Historia, por suerte el trabajo grupal ya había sido presentado y se había librado de las garras de Reina. Amelia sonrió nerviosa, se disculpó por la tardanza prometiendo que no volvería a suceder, tomó asiento y la profesora seguía con su clase..."al menos sigue deporte" pensó, era su manera de despejar su mente y relajarse un poco.
Luego de tanta explicación, si que aquella profesora hablaba con ganas, y de dejar tarea para su siguiente clase, se despidió de las presentes y salió del salón, las voces abundaron ahora, preparadas para ir a los servicios higiénicos para cambiarse, Leila aprovechó el momento acercándose a su amiga para preguntar su tardanza, pero fue interrumpida y ganada por Sandy y Natalia, quien ya estaban paradas al lado del asiento de su amiga...se acercó igual, al diablo sus celos, no se quedaría con las ganas de verla más de cerca.

—Me estás diciendo que perdiste tu celular - habló Natalia -

—En tu casa? - completó la oración Sandy- Es eso posible?

—A mi hermana se le pierde en su habitación y eso que es la única ser vivo que para allí - agregó divertida Leila y las demás rieron-

—Bueno, sin mi celular, no tenía alarma y mi papá se quedó dormido

—Y tu mamá? - preguntó inocentemente Natalia-

—No vive conmigo, es más, no la conozco - dijo con normalidad-

—Lo siento

—No te preocupes.

En otro lado del salón estaban las dos chicas, con una sonrisa y mirando al grupo de chicas, habían planeado algo y lo harían todo a la hora de salida, estan muy seguras de que su objetivo se cumplirá y por ello sus sonrisas.

Dulce PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora