Pasado "Gates"

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Advertencia de mucho texto, desiado texto.

Henritch:

Mi vida siempre a estado en este palacio, no sabía que había a sus afueras o que clase de personas se encontraban allí, si eran buenas, si eran crueles o si solo eran un balance de los dos.

Siempre había soñado con salir de este lugar, donde no tendría que ocultarme bajo una máscara, donde no tendría que fingir que todos me agradan para ocultar apariencias.

Cuando cumplí mis diecisiete años, le rogué a mi padre porque me dejara entrar a la univerdad, mi madre ayudó, me producía gracia la forma coqueta de como se comportaba para convencerlo, ella era la más maravillosa y querida por todo el reino.

Cuando mis clases comenzaron, creí que sería el fin del mundo debido a que se me dificultaba hacer amigos, no me molestaban ni nada hasta donde ellos sabían, yo era alguien de clase alta porque según la mentira, mi padre era parte del consejo real.

En la carrera, conocí a Harry, siempre me decía que sería exitoso con su madre, que ganaría mucho dinero pero que a la vez que quería entrar a la industria de música siendo uno de los mejores baterístas.

Un día como cualquiera, donde el sol estaba en su máximo punto, entraba junto con otros estudiantes a la universidad donde me esperaba entusiasmado Harry.

—Una becada? - pregunté -

—Tu crees que sea linda? - dijo embobado mi compañero -

—Si es becada sabes que la harán papilla, cierto? - le recordé preocupado-

La mayor parte de las personas de gran renombre detestaban mezclarse con aquellos que creen son inferiores a ellos.

—Seré su caballero de reluciente armadura - se puso el puño al pecho -

—Lo único que serás es un saco de boxeo - bromee-

—No se como a ti te consideran un caballero, mientras no te metas en problemas no haces nada.

—Mis padres no me dejarían volver si me sucede algo - solté una bocanada de aire-

—Cierto cierto, tu padre es del consejo

—Por algo no se meten contigo tampoco, cuantas veces coqueteaste con la novia de Andrew Kingswert y no acabaste en el hospital.

—Buen punto. Pero, si la molestan, deberías intervenir.

—Lo tendré en cuenta - respondí -

Pasada la primera clase, una chica de cabellera rubia, con coleta, sudadera roja, jeans azules y zapatilla que a simple vista se veían un poco desgastadas, entró a la clase atrayendo las miradas de toda la clase, los murmuros empezaron a incomodarme y preferí ignorar el hecho de que la nueva se acercaba para sentarse a mi lado.

—Como sabrán, tenemos una nueva estudiante, quieres presentarte o lo que sea? - habló el profesor con desánimo, mientras el tema no sea de su clase no le interesaba-

Vi como la chica se levantó con aires de valentía por las miradas, se vió con nerviosismo y vi como tomaba aire.

—Mi nombre es Talia Sanders, u-un gusto.

Se sentó de golpe. No era la mejor presentación de todas pero mejoró el ánimo del profesor que quería empezar su clase.

—R-Rayos - escuché en un tono muy bajo al lado mío -

No pasó mucho para sentir unos golpecitos en mi hombro, con dificultad mi vista pasó de la pizarra a mi compañera de al lado.

—Si? - pregunté -

Dulce PeligroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora