Capítulo 27

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Narra Daniel






-Pará Daniel- dijo mi viejo entrando a mi cuatro atrás mío-. Te estoy hablando.

-No quiero pelear viejo- me alejé de él cuando se acercó a mí.

-Yo tampoco quiero pelear con vos hijo- frenó sus pasos cuando me vio retroceder por segunda vez-. Quiero que estés con nosotros hoy.

-Me voy a ir con Valentín hoy- seguí preparándome para salir.

-Entiendo que sigas enojado conmigo por lo que pasó en navidad- lo miré atento a lo que iba a decir-, aunque ese idiota no se quedó atrás- negué y reí sarcastico.

-No entendés nada- dije enojándome aún más-. Estuviste a nada de agarrarte a las piñas con mi novio- su cara de disgusto frecuente se hizo presente. Odiaba darme cuenta que era muy parecido a él en algunos aspectos-. No pongas esa cara, Valentín es mi novio.

-Lo sé, pero todavía no me acostumbro a que lo llames así- se excusó- ¿Podemos hablar?

-Tengo que salir a la casa de Valentín en unos minutos.

-En serio Daniel- me rogó, cuando vio que no le presté atención suspiró y se sentó en mi cama esperando a que yo hiciera lo mismo-. Por favor Daniel, sentate.

Rodé los ojos y me senté a su lado para escuchar lo que quería decirme, lo que menos quería ahora es que me intente arruinar la noche. Miré la hora en mi celular, todavía tenía media hora antes de salir. Miré a mi viejo, tenía sus codos apoyados en sus rodillas y sus manos tironeaban su pelo. Era raro verlo así, el silencio en la habitación me dejaba escuchar su respiración, podría decir que estaba muy nervioso. ¿Qué quería decirme?

-Perdón- escuché que dijo.

-¿Qué?- susurré.

-Perdón por lo que les hice a vos a tu...- no pudo decir "novio"-, a Valentín- concluyó.

-Papá- me estaban picando los ojos

-Quiero llevarme bien con él- me miró a los ojos, se notaba que era totalmente sincero-, se que esto es muy importante para vos hijo.

-Lo es- mordí mi labio para evitar llorar.

-Empecé terapia hace un tiempo- me quedé callado escuchando lo que iba a decir-, estamos hablando sobre este tema y varios otros- desvió la mirada de mí hacia el frente-. La psicóloga me pidió que te lleve una sesión para poder hablar sobre este problema de aceptación que tengo.

-¿Vos querés que vaya?- tardó un poco en responder pero terminó asintiendo.

-Quiero que estés ahí- dijo mirándome a los ojos-. Tu mamá tiene razón, no quiero perderte hijo.

Tenía un nudo en la garganta, mi respiración estaba entrecortada, me era inevitable no llorar, por primera vez mi viejo estaba demostrando interés en aceptar lo mío con Valentín. Me acerqué más a él y lo abracé, sus brazos no tardaron en rodearme. No solía abrazar a mi viejo, y la verdad es que debería hacerlo más seguido, me había olvidado lo bien que se sentía, y más últimamente que nos estábamos llevando tan mal. Pude sentir su mano pasar por mi pelo conteniéndome él a mí

-Te quiero Dani- nunca se había abierto tanto conmigo.

Nos quedamos abrazados por un buen rato, ambos lo necesitábamos. Cuando estuve más tranquilo me separé de él para secar las lágrimas que quedaban en mis mejillas. Podía notar un brillo en sus ojos, se estaba haciendo el fuerte para no llorar delante mío, no había visto nunca esta fase de él. Apoyó su mano en mi hombro haciendo una leve presión para después acariciar mi mejilla.

Nuestra historia, solo nosotros la sabemos - WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora