Narra Valentín
-¿Cómo estás?- me preguntó Dani del otro lado de la línea-. Sé que seguramente estés nervioso, pero cómo te sentís.
-Tengo miedo a volver a fracasar- le contesté mientras me sentaba en el rincón más alejado del Club Hípico Argentino.
-Amor, vos sos muy bueno, sé que vas a ganar.
-Por lo menos uno de los dos tiene fe en mí- dije soltando una pequeña risa sin gracia.
-Valentín- me retó-, no te tires abajo. Te estoy diciendo que, vos, vas a ganar. Sos muy bueno- me quedé en silencio escuchándolo, ahora estaba un poco más tranquilo y confiado-. Te amo Val- le sonreí al teléfono como si él pudiese verme.
-Yo también te amo Dan- apoyé mi espalda contra la pared quedando más cómodo- ¿Hoy estás libre, amor?
-Hoy no pudo Val- eso me descolocó-, estoy ocupado todo el día. ¿Querés que nos veamos mañana?
-Está bien- me ponía mal no ver a Dani. Hacía casi cuatro días que no nos veíamos, tenía ganas de estar con él-, mañana no vemos- susurré-. Te tengo que dejar Dan me están llamando.
-Val, esper...- corté antes de terminar de escuchar la excusa que tenía.
Dani estaba raro hacía ya unas semanas, no sabía por qué ya que no quería decirme, pero decir que estábamos bien por dos días seguidos, era mucho. Amo a mi novio, pero desde que tuvimos esa charla con sus viejos no era él mismo. Iba a averiguar si algo más sucedió, seguramente su viejo se la volvió a agarrar con él, y si eso era así no iba a responder por mis acciones. Tenía una mínima esperanza de que por hoy Dani estuviera aquí conmigo, pero no iba a ser así.
Me levanté de mi solitario rincón para acercarme hacia los demás competidores, la mayoría estaba hablando sobre la expectativa que tenían para hoy, otros solo estaban sentados tomando algo y pude ver a lo lejos a Valles-T jugar con su hija, inconscientemente sonreí por lo último. En pocos minutos abrirían la entrada y más de diez mil personas nos verían competir, era bueno estos minutos de tranquilidad. Me quedé hablando con Dto y Skone para que el tiempo pasara más rápido.
[...]
Misio nos llamó a competir a Mau y a mí. Esta era la última competencia, acá se definía el ganador de la Red Bull. Otra vez en una final contra Mau, no iba a mentir estaba muy nervioso, sabía que en algún lugar de las gradas mis viejos y mis amigos estaban viéndome. Me paré frente al micrófono. ¿Por qué merecía ganar esta Red Bull? Esa fue la consigna que nos dieron. Este era el momento, yo empezaba.
-Lo merezco, desde chico vengo haciendo free. El año pasado me fuí a tu país- recordé la última final que compartimos-. Puede ser, no me fui muy feliz, pero ahora estoy en Argentina, Mauricio me toca a mí.
«Y lo sabe la gente, lo sé yo porque hace tiempo lo tengo presente- este era mi momento, tengo que ganar-. Desde que era chico recorrí cada vagón, y hoy traigo la esencia del Quinto Escalón- acá iba a demostrar que los pibes de plaza podemos rapear mucho mejor de lo que cualquiera podría imaginarse.
«Presente, y también de cada plaza. De cada persona que nos escucha en la casa- espero que Dani esté viendo esto-. Yo voy a ganar porque juego la dentadura, y porque hago que en mi país crezca toda la cultura.
«No que me gane un caradura, que dice que me gana, pana y no me clava una- con Mauricio teníamos estilos muy diferentes y se podía notar bastante, pero eso no importaba ahora, ambos teníamos hambre de ganar, y hoy yo tenía que ser mejor-. Yo estoy por acá porque tengo claro mi raíz, porque tengo a la gente viendo y la quiero hacer feliz- no solo a los fans, también a mis viejos, a mis amigos, que son más como mis hermanos, a Dani.
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Nuestra historia, solo nosotros la sabemos - Wosani
RomansaFue algo que sucedió, no lo decidimos, solo pasó. Queremos contar como lo vivimos nosotros, desde nuestro punto de vista, con nuestro relato. Así fue como nos enamoramos. Wosani.