Capítulo 12

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Narra Valentín



Mi estado de ánimo había mejorado un poco, pasé más tiempo con mis amigos y mi familia, y como si fuera poco Mateo y Rocío me estuvieron visitando desde que los llamé a la madrugada, ellos por lo general se quedaban hasta tarde y seguramente hoy no iba a ser la excepción. Volví al living con un vaso de jugo para cada uno y me senté en el piso frente a la mesa ratona para seguir con la partida de chinchón.

-¿A quién le toca?- pregunté.

-Creo que a mí- dijo Mateo viendo la última carta que tiraron.

-Sip, te toca- dijo Rocío para después darle un sorbo a su vaso.

Mateo asintió para después mirar sus cartas por unos segundos, tomó una del mazo y pensó de nuevo de cual se iba a descartar. Miré el diez de espada que dejó en el montón y sonreí de lado, la tomé y cerré el juego. Volví mi vista a él, tenía el semblante serio, levantó su mirada hasta mí mientras yo dejaba el juego que había hecho sobre la mesa.

-No se vale- dijo Mateo dejando sus cartas-. No juego más, Valentín es un tramposo- Rocío se rió.

-No, no hago trampa- le dije ofendido-, además yo no mezclé.

-Teo tenes que aprender a perder- dijo ella mientras contaba los puntos que nos quedaron a cada uno.

-Pero no es justo, yo tengo como cincuenta, vos tenes veinticinco y Valentín tiene menos siete- dijo viendo lo que anotó ella-. Ustedes dos me están cagando.

-Es un juego de azar- le aclaré mientras mezclaba las cartas-, no seas mal perdedor.

Cual nene chiquito que no podía ganar la discusión me sacó la lengua y se cruzó de brazos. Lo que pasó después es algo que se repetía muy seguido, Rocío se acercó a él, acarició su mejilla y le hizo cosquilla haciendo que Teo cediera y ambos terminaran en el suelo abrazados. Esto solo me hacía acordar lo mucho que extrañaba a mi enano. Dejé de mezclar y caminé hasta la cocina, tomé una cerveza de la heladera y la bebí de un solo trago.

-¿Qué haces Valentín?- dijo Rocío con una voz autoritaria atrás mío.

-No me siento bien- le dije tirando la lata a la basura-, lo extraño- sentí un nudo en la garganta y seguido como en mis ojos se acumulaban lágrimas.

-Vení Valen- me abrazó-. No quiso hablar mucho conmigo, podrías intentar hablar con él en persona.

-¿Y qué hago si no quiere hacerlo?- le pregunto con miedo a la respuesta.

-Creo que ya sabes lo que te voy a decir- acarició mi pelo-, vas a tenes que pensar la posibilidad de tener que olvidarte de él.

Mi corazón se estrujó y apreté más a Rocío contra mí, necesitaba un abrazo pero de él. Mateo entró en la cocina y noté el enojo en sus ojos mientras veía la escena. Me separé de ella y le agradecí por lo bajo, miró hacia atrás para tomar de la mano a Mateo y despedirse antes de irse a su casa. "Vas a tener que pensar la posibilidad de tener que olvidarte de él" sus palabras resonaban en toda mi cabeza. ¿Cómo podía olvidar al único amor que tuve? Todo era diferente y nuevo con Dani, y ahora tenía que pensar en la posibilidad de perder algo que no había empezado.

Subí a mi cuarto, quería dormir lo que restaba del día, me tiré boca arriba en la cama mirando esa maldita mancha de humedad, todo esto me estaba superando. No me di cuenta del tiempo que había pasado, pero de un momento a otro mi celular comenzó a sonar, no quería responderle a nadie. Lo agarré con intención de apagarlo pero me senté rápido cuando vi de quien se trataba.

Nuestra historia, solo nosotros la sabemos - WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora