Capítulo 16

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Narra Valentín



Me sentía bloqueado, así que había decidido ir de campamento con toda mi crew, sabía que con ellos animándome y distrayéndome iba a ser mucho más fácil completar las canciones que me faltaban para mi próximo disco. Estaba sentado con Dani a mi lado en los asientos de atrás mientras que Tobo conducía, como nuestro auto era el más cargado solo íbamos nosotros tres solos, habíamos exagerado con todo lo que estábamos llevando por solo tres días. Mi novio se había dormido a la hora de salir a la ruta, mientras yo me encargaba de que Tobo estuviera entretenido para que no se durmiera. La verdad es que salir a las ocho de la mañana habiendo ido a una fiesta la noche anterior no fue una buena idea, aún así henos aquí. Estábamos repartidos en dos autos, ya que éramos ocho, Depa, Negro, Val, Martín y Evlay, ellos iban en el otro auto.

Después de unas horas habíamos llegado a nuestro destino, a excepción de Dani que estaba durmiendo, todos bajamos a armar el campamento. La división de como íbamos a dormir ya la habíamos hecho antes de llegar, y antes de que ocuparan la carpa más chica, donde solo entraban dos personas, la pedí para nosotros dos. Armé lo más rápido posible la carpa para volver con mi novio al auto, el cual no se había movido ni un solo centímetro desde que lo dejé solo. Entré a este por la puerta contraria a la cual se encontraba él y me deslicé por el asiento para quedar a su lado, los demás seguían terminando de armar las carpas y acomodar las heladeritas y algunas cosas más que habíamos traído, por lo que nosotros quedábamos fuera de su campo de visión.

-Dani- susurré en su oído mientras acariciaba su pelo-, despertá amor.

Una pequeña queja salió de sus labios antes de que se diera vuelta en mi dirección y se acurrucara entre mis brazos. Mordí mi labio conteniendo mis ganas de besarlo, nunca lo había visto tan tierno. Movió su cabeza en mi hombro previo a ocultarse en mi cuello y decir unas palabras que me fueron imposibles de descifrar, sentí su mordida en este, de la sorpresa no pude evitar que un quejido, más bien un gemido, saliera de mis labios.

-Dani- apreté su brazo izquierdo.

-¿Ya llegamos?- preguntó bostezando mientras se alejaba un poco de mí.

-¿Estabas despierto?- pasé mi mano donde me había mordido.

-Sí- rió un como y se volvió a ocultarse en mi cuello-. Perdón- besó la zona donde había mordido.

-Enano maldito- lo agarré de la cintura y lo acerqué más a mí.

Antes de que pudiera devolverle "el favor" escuché dos golpes sobre la puerta del auto haciendo que ambos nos alejáramos asustados del otro, miré a Tobo, quien se reía de nuestra reacción, parado mientras nos observaba. Sentí mis mejillas acalorarse por la incomodidad, era la primera vez que me ponía nervioso y tímido.

-Chicos vamos a ir a recorrer, ¿Vienen?- miré a Dani buscando una respuesta en su cara.

-Sí- dijo él mientras le sonreía de vuelta a Tobo.

-Bien- fue hasta el baúl y sacó la heladerita- ¿Llevamos unas birras?

-¿Vamos a un lugar en específico?- le pregunté a mi amigo.

-Sí- cerró el baúl y nos esperó a que saliéramos del auto-, a unos kilómetros hay como un lugar de camping familiar, está muy lindo.

No era la primera vez que veníamos a acampar, pero Dani nunca había venido con nosotros. El lugar al que querían ir estaba muy lejos y él no estaba acostumbrado a esto, aún así no se quejó y nos acompañó. La verdad es que el camino se hacía más llevadero con mis amigos sacándonos charla. Cuando por fin llegamos, después de casi una hora, nos sentamos a disfrutar del paisaje. El negro me pasó un cerveza y otra a Dan, lo miré y chocamos nuestras botella.

Nuestra historia, solo nosotros la sabemos - WosaniDonde viven las historias. Descúbrelo ahora