Está Permitido || Aiteda

27. Corazón Descalzo

NARRA AITANA OCAÑA MORALES

(Jueves 13 de Febrero de 2031)

-Me duele la cabeza un montón, déjame en paz un segundo.- Dijo Luis preparándose un ibuprofeno mientras esquivaba mis preguntas.

-No hasta que no me digas cómo te has hecho esto.- Le cogí la cara con las dos manos y mire su ojo morado.

-Mamá, que ser gay no está bien visto, es que a veces me pregunto si realmente merece la pena seguir.- Se apartó despacio y se bebió de una el agua con ibuprofeno.

-¿Vas a denunciar?- Asintió y suspiré porque ya iban cuatro denuncias a diferentes personas por lo mismo. -Luis, ¿tú estás enamorado de Fer?- Asintió de nuevo. -¿Entonces cuál es el problema?-

-¿Que cuál es el problema? Que hoy y los anteriores días han sido solo puñetazos, pero la siguiente vez puede ser un disparo entre ceja y ceja por el simple hecho de amar, y ni tú ni papa ni yo estamos dispuestos a eso.- Lo abracé fuerte hundiendo su cabeza en mi pecho y cerré los ojos respirando hondo.

-No digas eso.- Susurré acariciando su pelo.

-Mamá, Fer tiene miedo y yo quiero hacer ver que no para no preocupar a nadie pero también, y-y no quiero vivir con miedo.- Susurró mientras se le iba quebrando la voz poco a poco.

-¿En el instituto pasa lo mismo?- Asintió y oí como sorbía por la nariz.

-No hay violencia física pero... Un puñetazo duele menos que estar constantemente escuchando cuchicheos por los pasillos...- Lo aferré más a mi y le di un beso en la cabeza.

-Después de la tormenta siempre llega la calma Luis.- Me miro a los ojos todavía con sus brazos rodeando mi torso y le acaricié la mejilla. -Tiempo al tiempo, ¿vale?- Asintió e hizo una mueca. -Va, ponte el abrigo que papá te va a llevar a recoger un burger para cenar.-

-¿En serio? Pero si es jueves.- Sonrió mucho y le guiñé un ojo.

-No está mal salir de la rutina de vez en cuando.- Salió corriendo hacia el salón donde Luis senior jugaba a la play.

-Papá venga apaga que hoy hay burger.- Fui con ellos y me crucé de brazos cuando vi que el más mayor de nosotros no despegaba la vista de la pantalla.

-Aitana, llévalo tú, yo estoy en pijama, tú ya vas vestida y si dejo la partida a medias estos me matan.- Chasqueé la lengua y fruncí el ceño.

-Te mueves menos que las piedras Luis.-

-No es eso, es que trabajo desde casa.-

-Jugar al Call Of Duty no es trabajar desde casa.- Puso los cascos que tenía en las orejas sobre su cuello y me miro.

-Cada uno tiene sus métodos para buscar inspiración.- Me dedicó una sonrisa burlona y me acerqué a él.

-Ya, pues deberías buscar métodos para satisfacer a tu novia porque a lo mejor esta noche te quedas sin follar.- Le susurré muy bajito al oído y vi como se le erizaba el vello. Le dejé un beso suave en el cuello y le acaricié la mejilla. -Será mejor que no me vaciles.- Le di un pico y cogí las llaves y el abrigo. -Chao cariño. Te quiero.- Ahora fui yo quién le dedicó una sonrisa burlona mientras salía de casa con nuestro hijo.

-¿Qué le has dicho?- Preguntó Luis mientras bajábamos en el ascensor.

-Nada.- Reí leve y le revolví el pelo.