13. Loco De Atar

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NARRA LUIS CEPEDA OCAÑA

(Jueves 25 de abril de 2030)

-¿Y cómo lo llevas?- Preguntó Fer al otro lado de la línea.

-Creo que bien, estoy durmiendo en el sofá de la casa de Cepeda que resulta ser mi padre, pero todo guay.- Ambos reímos y él resopló.

-Es que es muy heavy Luis. ¿Desde cuándo lo sabes?- Me recosté sobre el sofá y mire al techo.

-Desde el sábado pasado.- Vi salir a Cepeda del cuarto y entrar a la cocina.

-¿Y por qué no me lo contaste antes?- Me levanté despacio.

-Fue más bien pereza que desconfianza.- Reí leve y me asomé a la cocina con el móvil pegado a la oreja.

-Ya te vale Luisiño.- Contestó Fer a la par que Cepeda se giraba y me miraba.

-Nos vemos mañana si mis padres me dejan.- Me miró y negó riendo.

-Nos vemos pringao'.- Colgué sonriendo y me acerqué a mi padre.

-Tienes más cara que espalda.- Dijo encendiendo la cafetera.

-¿Cómo ha ido?- Hizo una mueca y me miró apoyando su lumbar en el filo de la encimera de la cocina.

-Bueno, dentro de lo que cabe bien. Agradezco que no hayas venido, no ha sido nada agradable.- Dijo para después aclararse la garganta. -Pero ya está Luis, ya podéis volver a casa.-

-¿Solos?- Que me preocupara le compilació y me dedicó una sonrisa.

-Estaré con vosotros los días que no tenga curro.- Dijo sirviéndose el café en un vasito.

-No estáis juntos, ¿verdad?- Pregunté sentandome en uno de los taburetes de la isla de la cocina.

-¿Tú quieres que lo estemos?-

-No Cepeda, esto ya no es una cosa de "vamos a hacerlo por el niño". El niño tiene ya pelos en los huevos y que estéis o no estéis no le va afectar. Te estoy preguntando a ti, ¿tú quieres estar con mamá?- Mis palabras o tal vez mi expresión lo achantaron un poco y el mismo tick de la pierna izquierda que yo también había heredado se activó.

-No es una decisión solo mía Luis, son muchas cosas.- Contestó fastidiado removiendo su café.

-Papá, quien la sigue la consigue, nunca digas que no puedes.- Me salió solo, no pensé, simplemente dije lo que sentía en ese momento.

-Tira a dormir anda que mañana tenemos que negociar con tu madre algo de una fiesta, ¿no?- Sonreí ampliamente y me guiño un ojo. -Va, a dormir.-

-Buenas noches.- Volví al salón y me acosté en el sofá para quedarme frito a los quince minutos de haber cerrado los ojos.

(Viernes 26 de abril de 2030)

-No subnormal, yo hago mi tortilla de patatas.- Escuché la voz de mi padre en la cocina.

-¿Y nos vamos a alimentar a base de tortilla y ya?- Escuché la voz de otro hombre, tenía acento gallego también, pero no sabía quién era.

-Bueno también podemos hacer pizzas y sacar algo de picoteo.- Esa era mi madre.

Me levanté en silencio y caminé descalzo y despeinado hacia la cocina. Mis ojos casi salen de sus órbitas al ver el panorama que había instalado en la cocina.

Está Permitido || AitedaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora